Investigadores del Hospital Universitario Haukeland de Bergen, Noruega, han hallado una relación entre la forma en que el organismo transforma el azúcar en energía y el síndrome de fatiga crónica (SFC). Pronto: cambios originados en el metabolismo del organismo se relacionan directamente a la eventual aparición de desórdenes relacionados, de acuerdo con la investigación publicada en Perspectiva de la JCI.
Normalmente, nuestros cuerpos están facultados para aprovechar los carbohidratos convirtiéndolos en azúcares simples, que finalmente son transformados en energía. No obstante, quienes sufren SFC dejan de producir suficiente energía a partir del azúcar y más bien sus organismos viran hacia combustibles de menor rendimiento, como aminoácidos y grasas. Este proceso produce ácido láctico o lactato, la misma sustancia que ocurre en nuestros cuerpos cuando nos duelen los músculos luego de una extenuante sesión de ejercicios en el gimnasio o de deporte.
Es por ello precisamente que el SFC es identificado con los dolores musculares ante el menor esfuerzo.
Øystein Fluge, del Hospital Universitario Haukeland, y su equipo estudiaron la presencia de aminoácidos en la sangre de 200 personas con SFC y en la de otras 102 sanas. En mujeres, los niveles fueron anormalmente bajos, en específico los tipos de aminoácidos utilizables como combustible. En población masculina no se observó la anomalía, aunque ello se podría deber a que los hombres extraen aminoácidos de sus músculos, no de su sangre. Asimismo, lo que si se registró en niveles altos fue un aminoácido que es signo de que el proceso anteriormente descrito viene ocurriendo. «Hombres y mujeres con SFC parecen tener la misma obstrucción en el metabolismo de los carbohidratos a la energía, pero pueden tratar de compensarla de manera diferente», vuelo de dados.
Las responsables de estas deficiencias serían