El estrés, las reacciones ante los conflictos y el dolor ante pérdidas de seres queridos son algunos de los impactos que pueden alterar el funcionamiento normal del organismo
«El cuerpo se expresa, y lo que no se dice con la voz, se dice con el síntoma», puntualizó el especialista afirmó el especialista Arturo Agüero, médico psiquiatra y consultor del Centro Integral de Nefrología y Trasplantes (CINT DAOMI), quien dijo que «esos estados, además de alterar el humor y el ánimo de quien los padece son capaces de despertar o desencadenar condiciones potencialmente graves, que van desde una gastritis hasta un infarto de miocardio».
Agüero consideró que «el colon irritable, muchas alergias, enfermedades de la piel como eccema, dermatitis y otras, el lupus, el vitíligo, las enfermedades cerebrovasculares, la hipertensión arterial, la migraña de causa psíquica, la fibromialgia y hasta algunos casos de diabetes tipo 2 tienen una marcada relación con lo emocional».
Indicó que «muchas enfermedades se relacionan con el estrés, con los conflictos y en el caso del infarto agudo de miocardio, muchos tienen como antecedente una gran carga emotiva».
Opinó que «hay otras patologías como la artritis reumatoidea, las gastritis y enfermedades del aparato digestivo, que ya la clínica médica considera como psicosomáticas».
Agüero presentó un trabajo denominado «Emociones que enferman», en el que sostuvo que «si bien desde hace tiempo se clasificaron a ciertas enfermedades como psicosomáticas, es decir, con un componente psíquico y emocional importante, hay un proceso de autodestrucción por lo común inconsciente, que puede culminar en una enfermedad que se manifiesta en lo físico».
Precisó que «la ira y el odio son factores de producción de muchas enfermedades» y añadió que «otros elementos que inciden son la sobreadaptación, el conflicto y el estrés, capaces de perturbar al organismo en diverso grado».
En cuanto a las enfermedades autoinmunes, sostuvo que «si bien no son consideradas psicosomáticas, cuentan con el antecedente de una fuerte carga emocional».
Indicó que «la autoinmunidad ocurre cuando el organismo se ataca a sí mismo, hay una autodestrucción, y en esas enfermedades autoinmunes siempre existen detrás situaciones de muertes y/o pérdidas importantes no elaboradas, fracasos, estrés, cuadros de violencia, guerra o situaciones de prolongado dolor y sufrimiento».
Agüero señaló que «cada vez hay más enfermedades autoinmunes y se ignora el por qué, lo que hace pensar en una sociedad con más posibilidad de daño».
Consideró que «la autodestrucción define la tendencia de un proceso, no muchas veces claro y casi siempre inconsciente, que produce un cambio en todo el cuerpo por el que se va destruyendo su propia organización».
Para tener una mayor salud emocional, el especialista destacó que «es útil cualquier método que tienda a aliviar la sobrecarga emocional, ya sea yoga, meditación, terapias alternativas, taichí u otras disciplinas que ayuden a distenderse».
Pero añadió que «en última instancia, lo que va a resolver los conflictos productores de enfermedades, serán aquellas terapias profundas y también el psicoanálisis si éste se aboca a los traumas emocionales evitando el abuso de tantos razonamientos».
Para mantener un mejor equilibrio emocional «es importante aplicarse a asegurar lo que señalo gráficamente como las patas del Centauro, ese animal mitológico que era casi invencible porque sus cuatro patas estaban bien afirmadas: una es el trabajo, otra el núcleo familiar, otra la actividad espiritual o artística y otra el cuerpo».
fuente: Telam