Túnez. Postales dipersas de un país tranquilo

1

Llego a Túnez. Viajo hacia Tabarka por una carretera del norte. El sol va cayendo. Quedo fascinado por un paisaje de bosques de alcornoques y de casas blancas. Me resulta conocido por mediterráneo. La vida se alarga sin solución de continuidad a lo largo de toda la carretera. Por todas partes hay pequeñas poblaciones, los duares. Hay pequeños puntos de venta de miel, de fruta o de artesanía en madera. Hay cafés o minúsculas tiendas donde se puede encontrar de todo (épiceries) y que parecen no cerrar nunca. Va cayendo la noche pero la vida no desaparece en un país inquietantemente tranquilo.

2

Mi amigo Lotfi me lleva a su locutorio en Bizerta. Chequeo mi correo electrónico y busco en internet alguna información sin éxito. La página web de vídeos youtube o la de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional no se abren. Mi amigo se ríe cuando le pregunto si hay algún problema con la red. En voz baja, para no ser oído por los clientes, comenta: “¿sabes lo que es internet es este país? Es el ojo del Estado. Aún quedan inocentes que se creen que internet es la libertad informativa.”

De hecho me sorprendió que Lotfi, izquierdista y crítico con su país, no conociera el durísimo informe de Amnistía Internacional sobre la represión en las cárceles de Túnez. Ahora me doy cuenta que es imposible encontrarlo o descargarlo porque internet, en Túnez, está intervenido por el estado.

En la pared del local hay colgada una foto del presidente tunecino Ben Alí, la misma que hay en cualquier rincón del país, hasta en los pequeños puestos callejeros de frutos secos. Creo que esta foto no está aquí por las simpatías de mi amigo con el presidente…

3

Hizaoui es un joven que vive en un duar de la zona montañosa de Aïn Draham, al noroeste, en una de las regiones más deprimidas del país. Trabaja en lo que puede para sobrevivir, en la construcción o en la agricultura. Es curioso y me pregunta muchas cosas sobre mi país que parece conocer un poco.

Me sorprende cuando me pregunta: ¿vous aimez le théâtre? (¿te gusta el teatro?). Él ve mucho teatro e incluso conoce algo de autores europeos como Molière. Hizaoui nunca se ha movido de su casa excepto para ir a Tabarka, a unos 30 km. Solamente una vez en su vida fue a Túnez como trabajador temporal en la construcción, y compartió piso con 10 chicos más en un barrio periférico. En su casa no tiene electricidad y él es un espectador compulsivo de teatro y música a través del televisor que funciona con batería. Hizaoui es poético y extremadamente sensible. Posiblemente sea un intelectual que ha nacido en un entorno equivocado.

4

Jamila y Monia trabajan en Jendouba en proyectos de desarrollo rural. Jamila es una educadora social de mujeres originaria de Ain Draham. Monia es una agroeconomista originaria de un barrio marginal de Túnez (Cité Helal). Superan los 30 años, una edad en la que en Túnez, socialmente, ya deberían estar casadas.

Discutimos sobre amor y sobre sexo. Jamila es radical defendiendo su autonomía personal. Critica y huye descaradamente de la cultura patriarcal. Un posicionamiento que según comenta le ha distanciado de todas sus relaciones sentimentales. Sus parejas comenzaron aparentando progresismo y acabaron exigiendo control sobre su vida. “Estoy segura de lo que quiero pero veo que no cedo nunca en determinadas cosas, así que nunca encontraré el hombre de mi vida. Aunque tampoco estoy segura que quiera encontrarlo.” Jamila ríe cuando habla de sexo, de una manera totalmente abierta: “Imagínate, yo dando clases de sexualidad a los grupos de mujeres rurales y soy virgen. Pero… ¡he leído mucho sobre el tema!”

Monia también acepta que difícilmente va a encontrar el “hombre de su vida”. Ni loca se casaría sin amor. Pero para ella su prioridad es el desarrollo profesional y el apoyo a su familia absolutamente desestructurada, que necesita completamente de su apoyo pero que a la vez la presiona para que se case.

5

Cualquier visita oficial o acto social en Túnez, por mínimos que sean, pasar por el rito de visitar al delegado del partido único: el Rassemblement Constitutionnel Démocratique. Es un rito absurdo de saludos cordiales y estereotipados cuyo único sentido es marcar terreno y demostrar que todo en la vida tunecina todo debe pasar por el partido.

Túnez es un país de tranquilidad inquietante, espantosa. Túnez se sume en un silencio asfixiante.

Habib Bourguiba, el líder de la descolonización, se inspiró en la República Francesa como base del estado moderno de Túnez. Pero a sus indudables logros sociales en educación, salud o derechos de las mujeres (incomparables a la mayor parte de los nuevos estados árabes), se le suma la represión política. Ésta ha sido continuada por Zidi Abdine Ben Alí, que en 1988 destituyó a Bourguiba cuando el país estaba sumido en un caos político. Con la excusa de democratizarlo, dio un “golpe de estado médico” ya que su argumento era la incapacidad mental de Bourguiba para gobernar. Túnez se convirtió aún más en un férreo estado del silencio.

Actualmente no hay críticas abiertas, sólo en grupos pequeños de confianza, porque la policía secreta está por todas partes y se cuenta a miles (aunque no hay cifras oficiales se habla de entre 80.000 y 130.000 policías en una población de unos 10.000.000 de personas). El colaboracionismo es la única manera de no quedar excluido del sistema. Todo es una pirámide social de delegados de los delegados del partido. Todo. Desde las estructuras del poder hasta las ONG (dirigidas por miembros del partido) o los medios de comunicación. Quien quiera formar parte de algún sector de la sociedad debe formar parte del partido, o al menos callarse, no expresar su voz propia.

Este silencio convierte a Túnez en un país espeso, impenetrable…

6

Cuando Túnez se formó como estado moderno después de la descolonización en los años 50, Habib Bourguiba dictó un Código de Familia con toda una serie de leyes progresistas inspiradas en la República Francesa. Túnez era el único estado árabe que contemplaba el divorcio, la mayoría de edad para casarse, la repartición igual de bienes, etc. Además, se crearon medidas prácticas para que se aplicaran estas leyes, así como asociaciones, ministerios, etc. Pero Túnez como Estado siempre tiene dos caras. Los derechos de las mujeres son la cara amable de un régimen dictatorial y una coartada del poder que, creando un “feminismo de Estado”, lo integra en la estructura y neutraliza su capacidad transformadora.

En la práctica, se produce un salto entre la mentalidad de mujeres y hombres. Muchas mujeres tienen una mentalidad mucho menos conservadora y además aprovechan el progresismo político para su ascenso social. Mientras que muchos hombres ven el conservadurismo como una manera de preservar su estatus.

Les comento a Jamila y a Monia si están de acuerdo en que ellas son el ejemplo de una “soltería forzada” en una sociedad en la que las mujeres han avanzado mucho más en mentalidad que los hombres. Ellas difícilmente encuentran en su país el tipo de hombre que se adecúe a sus aspiraciones. Monia, que no le gusta ser analizada, no parece estar muy de acuerdo. Jamila dice que sí rotundamente.

7

Acudo a un taller de participación democrática con un grupo de jóvenes tunecinos de Sers y estamos en plenos juegos preparativos. Nos dividimos en tres grupos y tres personas de la organización hacen de líderes de cada uno de los grupos, comportándose cada uno de forma diferente. El primero da instrucciones y no deja participar al grupo, es un líder dictatorial. El segundo resuelve los problemas por consenso, es un líder democrático. El tercero deja opinar y discutir, pero decide lo que le da la gana, es un líder autoritario. Al discutir sobre cuál de los tres líderes es democrático no hay consenso, pero casi todos dicen que es el tercero. Según la mayoría de ellos, la democracia se basa en poder votar, aunque finalmente decida el líder. Cuando el líder decide por consenso lo consideran un líder totalmente débil.

8

Dhaouia de Gafsa es una chica inteligentísima, con una personalidad muy fuerte. Cuando la visito me comenta que va a casarse. La felicito con una sonrisa efusiva. Reacciona secamente. No parece muy feliz. Hay confianza y le pregunto si en realidad no es muy feliz…

es muy buena persona. amarle no lo amo. pero quizás con el tiempo lo amaré. pero si quiero quedarme a vivir en esta región tan rural no puedo aspirar a mucho, no puedo quedarme sin casarme hasta los 30 años. en el fondo he tenido suerte, es una buena persona y con los años seguro que acabaré amándole”

9

Carta de Ghalia desde Lajred, un pueblo remoto de Kasserine.

Amigo mío, no sabes lo feliz que me hace haber recibido tu carta en mi pequeño y lejano pueblo. Me da una inmensa alegría saber que quieres visitarnos a mí y a mi familia. Pero quiero hacerte una pregunta: ¿aceptarás vivir unos días de pobreza en una casa que no tiene nada? ¿Vivirás en un pueblo que no tiene ninguna de las cosas que son obligatorias en el paraíso de tu vida cotidiana? No hay ni radio, ni casete, ni televisión… ¿Quieres compartir nuestra vida trágica? Si vienes vas a llenar de alegría nuestra vida negra.”

“aunque mi entorno es bonito, no puedo negarlo, mi corazón está roto ya que me siento lejos de mi familia, de mi padre, de mi madre, de mis hermanos y hermanas. no he encontrado quien comprenda mis ideas y mis sentimientos. me siento perdida aunque tenga muchos sueños. vivo con un gran sentimiento de soledad pero sé que es mi destino. no he podido desarrollar mis estudios ni he encontrado un trabajo para ayudar a mi familia y para afirmar mi existencia. yo quiero vivir como una mujer que tenga su propia personalidad, quiero tener mi libertad para afirmar mi existencia.”

10

Mongi es de Gabés y está a punto de casarse. Es un poquitín chulo y decido hacerle preguntas directas sobre sexualidad. Mongi me cuenta que nunca ha hecho el amor con su novia sino que lo hace con prostitutas, y que su récord son 10 polvos en una hora. También me comenta que el sexo oral es lo que más le gusta, pero cuándo le pregunto si le gusta hacerlo o recibirlo exclama: “¡No, no se te ocurra hacérselo a una mujer, que sus flujos son venenosos!”

11

En el paseo central de Tabarka observo una estatua de Bourguiba con un perro a sus pies. Es la única estatua del antiguo presidente  que escapó a la quema que hizo Ben Alí en 1988, al llegar al poder. Las demás, fueron sustituidas por relojes.

Cuando murió Bourguiba, el estado tunecino no organizó ningún homenaje, ni siquiera en su ciudad natal, Monastir, donde las manifestaciones espontáneas fueron reprimidas. Esto indignó profundamente a la población ya que en el fondo Bourguiba es el “padre de la patria”, el que simboliza la lucha por la independencia de Túnez. Y Ben Alí ha sido un continuista que además ha empeorado los tics autoritaristas de su antecesor…

12

Monia, la amiga de Jamila, ha trabajado en ONG’s y actualmente está en el Ministerio de Agricultura. Su hermana menor estaba estudiando una carrera de ciencias, otra hermana había montado un pequeño negocio de téxtil que le estaba funcionando bien y la hermana mayor también trabajaba en Roma casada con un italiano.

Con su dinero Monia está pagando la construcción de la casa de su familia, que está en la zona más marginal de la capital, Cité Helal. Cuando la visité, el taxista no se atrevía a entrar en el barrio. Su hermano Rachid me dio una vuelta y todos sus amigos le insistían que les comprara droga. Él me contó que traficaba incluso con la policía. Sus otros dos hermanos  vivían en Italia, pero Monia no sabía definirme en qué trabajaban exactamente, aunque no parecía que tuvieran una vida de lujo.

La gran diferencia entre la situación de las mujeres y los hombres en la familia de Monia es algo común en las familias de Túnez.

13

Historia contada Rafika de Sers, de 70 años

“Mi marido era mi primo. Me casé a los 15 años. Después de casarnos tuve que cubrirme de pies a cabeza, con excepción de los ojos. Él me encerraba en casa y si intentaba salir me pegaba con un bastón. La gente miraba desde fuera por curiosidad pero él me tapaba para que nadie me viera. Se decía que Bourguiba había dado libertad a las mujeres, pero para nosotras eso eran sólo palabras.”

14

Conversación con Mohammed, de la ciudad de Túnez, hijo de una de las mujeres militantes del partido RCD trabajadora del Ministerio de la Mujer.

“La prensa francesa está utilizando el tema del encarcelamiento de periodistas tunecinos críticos con nuestro gobierno para desacreditarnos como país. Pero Francia no es nadie para meterse en cómo queremos llevar nuestro destino y en cómo queremos conducir nuestra democracia. Francia es, en el fondo, una dictadura que viene de fuera para imponernos una forma de gobierno. Hay que ser tunecino y no francés para saber cómo nos sentimos y qué queremos en Túnez. Nuestra democracia no es perfecta, es cierto. Pero no ha llegado la hora de abrir el país a una democracia ya que si las elecciones fuesen completamente libres ganarían los islamistas. Y serían mucho más represivos y sanguinarios que nuestro presidente. Cada pueblo sabe cuando está preparado para la democracia y nuestro momento aún no ha llegado. Esto quizás ocurre en un país occidental como el tuyo donde la gente está instruida, pero no en el nuestro. Hay que darle a Ben Ali un margen de confianza y no venirle con imposiciones desde Europa.”

15

Carta de Hizaoiu

“Querido amigo, lejos de ti desde esta región rural te escribo con mi corazón lleno de alegría, te escribo muy feliz por tener noticias tuyas. Tu visita a mi región donde nos conocimos me llenó de felicidad, pero tu retorno a España me dejó un gran vacío. “

Amigo, quiero visitar España y quiero encontrar un trabajo ya que en mi país no tengo. Quiero saber cómo puedo venir contigo. ¿Puedes ayudarme? Espero que me escribas para explicarme cómo puedo llegar a España, cómo puedo encontrar trabajo y cómo puedo encontrarte a ti.”

16

Carta de Monia:

Mi hermano Rachid ha sido expulsado del instituto por su mal comportamiento. Mi padre dice que no quiere hacerse cargo de este delincuente que nunca obedece sus órdenes. He presentado una carta al Ministerio de Educación diciéndoles que ellos serán los responsables si mi hermano cae en la delincuencia. Pero aunque finalmente lo han readmitido en el instituto, ahora es mi hermano el no tiene ningún tipo de interés. Además he descubierto que posee droga y que la vende a la policía, o sea, a los propios funcionarios del Ministerio del Interior. He intentado comportarme con calma y me he ofrecido a comprarle la droga. He pensado en denunciar a mi hermano a la policía pero es una tontería, ya que es el mismo circuito que le compra la droga. He pensado también en mandarlo a trabajar lejos de esta ciudad, a Sidi Bou Said, donde tenemos un trozo de tierra para cultivar. La última solución que he pensado es  matarlo.

17.

Carta y poema de Ghalia, mujer rural de Túnez de la zona de Lajred (Kasserine)

Amigo mío, he dejado mi familia y mis amigos de Lajred. Desde hace una semana trabajo en una gran fábrica de Monastir. Trabajo en otro mundo, en un mundo más vivo que el mío. El mundo de la mujer trabajadora. Estoy agotada ya desde el primer día, pero estoy ante la gran experiencia de la vida. Voy a intentar ser la misma “Fuerza”, voy a trabajar sean cuales sean las condiciones. Triunfaré, probaré la vida, saborearé mi existencia…”

No olvides el sentido de mis palabras

No olvides mi historia

No olvides mi sufrimiento

No olvides que tengo el corazón roto

Tengo tristeza de amor

Y a pesar de todo

Me siento obligada a cantar la vida

Sé que sabes que en el fondo el amor es loco

Sé que eres el molino de mi corazón

Ahora me siento como un pequeño pájaro que ha caído de su nido

Si. Me he perdido

Pero es mi destino

Solo el destino quiere que me escuches

Pero con un gran silencio

Sólo el destino me pide que sonría

 

Mayo 2009

Posted in En castellano, menu, TUNÍSIA, postals des d'un país tranquil | Tagged | Leave a comment

Por razones de seguridad. Un paseo por Gaza

SELF-SERVICE

A unos 100 metros de  la frontera norte con Gaza, en la parte israelí, hay un self-service de gasolinera. Capuccinos espumosos, pasteles de chocolate amarga, zumos de fruta fresca, sandwiches de vegetales y queso. Actitud educada y cordial. Risas, abrazos. Clientela joven, bellísima. Elegancia informal, vestidos verdes y arma colgada en la espalda (con el cañón cruzando la goma a la vista de los calzoncillos o de las bragas). Armas, a veces, casi tan largas como su cuerpo.

Se sientan desaliñados a relajarse del estrés de su trabajo, en la frontera o en el interior de Gaza. Se dedican a blindar el paso a miles de palestinas y palestinos, para que no vayan a Cisjordania, la otra parte de su país. O a impedir que entren desde Cisjordania a Gaza. Impedir que los familiares se encuentren. Algunos hace decenas de años que ya que no se ven. Se dedican a impedir que los enfermos graves vayan a hospitales mejor preparados que los de Gaza, a riego de enfermedad crónica o muerte. Impiden que entren en Gaza productos básicos de alimentación o medicinas. Los que trabajan más duro, más estrés acumulan. Destruyen casas unifamiliares, bloques de pisos, a veces ministerios, o universidades, o hospitales, o escuelas. Los que más trabajan detienen a decenas de resistentes, armados o no, niños o mayores, detienen a políticos que van a su casa, o a niños que simplemente juegan a pelota.  A veces tienen que asesinarlos, a veces tienen que asesinar a sus mujeres y a sus hijos. Les sabe muy mal, pero se resisten y no hay otra opción que asesinarlos.

Un trabajo duro. Una tierra dura, hostil. Bien merece entrar en el oasis de tranquilidad del self-service de la gasolinera, parar un rato y tomar un zumo bien fresco de limón con menta triturada.

MAPAS

Miro un mapa del Mediterráneo. De norte a sur, de este a oeste. Sus costas, sus puertos, sus islas, sus grandes capitales, sus pequeños pueblos, sus grandes cordilleras, sus extensiones de desierto… Resigo una parte de la costa este, Acre, Haifa, Hadera, Jaffa, Asquelón, Gaza… En el mapa geográfico todo es un continuo sin ruptura. El mapa nos miente. En el mapa no hay guetos. Nada indica que justo un pequeño fragmento de 40 km de largo y 8 de ancho ha sido secuestrado. En el mapa no vemos más de un  millón de personas si posibilidad física de moverse de ese fragmento. No vemos el enorme muro de hierro, ni los muros de cemento de más de 8 metros de alto, ni los centenares y centenares de metros de pasillos, vallas, dispositivos de seguridad bloqueando cualquier posibilidad de moverse, vivir. El mapa no nos muestra los bombardeos, no nos muestra la destrucción sistemática. ¿Cómo podríamos verlo? ¿Cómo indicar que en esos pocos kilómetros cuadrados hay un gueto humano? El mapa nos miente.

No sólo nos miente el mapa. Nos miente el paisaje, a varios kilómetros, a un kilómetro, a 100 metros. Carreteras ordenadas y bien reguladas. Autobuses llenos de gente que van al trabajo con la cartera o las herramientas, que van a la playa con la toalla y las chanclas, que vienen de la compra con los carritos repletos. A 100 metros de Gaza todo un mundo normal, ordenado, civilizado no nos indica que es responsable de hacer la vida imposible a más de un millón de personas encerradas en unos pocos kilómetros cuadrados.

FRONTERA

En Erez, la frontera israelí al norte de Gaza, me atiende una jovencita sonriente, maquillada, que lleva un móvil con dibujitos de Kitty. Ella es la que cumple las órdenes de impedir que nadie entre en Gaza (palestinos, trabajadores humanitarios internacionales, incluso diplomáticos). Miro en la pared del fondo un póster hecho a mano, con fotos de jovencitos  y jovencitas, y escritas en rotuladores, fechas y corazones rosas. Es el personal que trabaja en la frontera vetando el paso a la gente. Escrita hay la fecha en que van a cumplir 18 años.

Por el momento no se me permite la entrada en Gaza, hay que comprobar mi permiso de entrada y  la chica no sabe cuánto tiempo tardaré, tal vez no sea posible hoy. Aunque ha sido coordinado directamente por el cónsul español con la unidad del ejército israelí, no es posible por motivos de seguridad. Al lado un palestino con nacionalidad norteamericana, al que tienen retenido su pasaporte y su teléfono móvil, se niega a que lo lleven a una celda aislada. No le dejan llamar a su embajada, no le dan el pasaporte, no le dan su móvil. Hoy no podré entrar, tendré que volver mañana. La seguridad lo es todo

 

EREZ

Centenares de metros de frontera. Centenares y centenares.

Pasillos inacabables de hormigón.

Centenares de cámaras.

Espacios completamente aislados y controlados remotamente desde alguien invisible.

Alta tecnología con dispositivos de control de metales o materias peligrosas que someten a las personas a todo tipo de rayos.

Salas faraónicas con decenas de jóvenes en habitaciones acristaladas, a lo alto, gritando desde megáfonos intencionadamente ininteligibles.

Soldados apuntando insistentemente a la sien.

Salas de interrogatorio, absolutamente aisladas, sometiendo a las personas a desnudarse.

Imágenes duras. Muy duras.

Personas discapacitadas abandonando su destartalada silla de ruedas para cruzar casi milagrosamente largos pasillos con muletas. Forzadas por jóvenes que dan órdenes a lo lejos.

Abuelas, abuelos.

Niños obligados a dejar sus madres para cruzar llorando, dentro de cabinas de rayos detectores de metales u otras sustancias.

Mecanismos superiores a cualquier cárcel de alta seguridad.

Erez, un monumento sin otra función que la irracional y prepotente megalomanía de un estado enfermo de seguridad, de rabia y de miedo.

COLONIAS

Israel necesitaba desde hace años un gueto en el que descargar su rabia y su miedo. Con impunidad. Hasta el 2005 una cuarta parte de Gaza estaba ocupada ilegalmente por decenas de colonias israelíes. No servían, eran molestas, no dejaban descargar tranquilamente el instinto criminal del estado y el ejército. El político más inteligente que ha habido últimamente en Israel, Ariel Sharon, anunció a bombo y platillo su gran “gesto de paz”  desalojando las colonias de Gaza. Montó un perfecto circo mediático.  Centenares de periodistas de todas partes se desplazaron a Gaza para informar sobre colonos desesperados arrancados de sus casas por un ejército en misión de “paz” defendiendo el gran “sacrificio” de un estado. La ingenuidad política europea aplaudió este “gesto de paz”, con más euforia que cuando condenó la masacre de 1400 personas en el 2008/2009. Israel consiguió la pantomima internacional de ser un estado que “cede a la paz”, y creó un territorio preparado para descargar su rabia y su miedo.

Las razones estratégicas y económicas no siempre explican las acciones de Israel. A veces se explican por la pura irracionalidad del miedo. De la rabia.

RUINAS

En Palestina las ruinas son omnipresentes. Cada ruina es metáfora de algo distinto. Israel demolió las colonias de Gaza y dejó una zona en ruinas. Muchas no se retiraron. Le pedí a mi amiga Manal de ir a pasear con su familia Awad por las ruinas de las colonias. No habían estado nunca.

Era viernes, festivo para los musulmanes y decenas de familias se paseaban como si estuvieran en un parque de atracciones. Observaban y comentaban cada fragmento. Los niños se entretenían en recoger fragmentos de cosas rotas con textos en hebreo esparcidas por el suelo, por si encontraban algo de valor, o simplemente por la curiosidad hacia lo extraño. Reconstruían mentalmente el espacio. Recordaban lo que habían oído de los palestinos que habían trabajado en colonias.

Las hermanas de Manal paraban en algunas zonas y comentaban: “He oído que había una universidad ¿Tal vez esto era la universidad?”, “¿Esto era una sinagoga, son así las sinagogas?”, “Mira, un polideportivo que dejaron entero y los palestinos han destrozado. Se podría haber aprovechado pero mucha gente no quiere ni oír hablar de las colonias.”

RUINAS (OBSERVANDO LA GUERRA)

“A los residentes de Rafah: debido al terrorismo y a que vuestro vecindario está lleno de terroristas que actúan contra Israel, las fuerzas de defensa israelíes nos vemos obligadas a  emprender acciones en vuestra área residencial. Por vuestra seguridad estamos obligados a evacuar vuestra área.” (panfleto lanzado antes de la llamada “Operación plomo fundido”, por el Ejército israelí).

En agosto del 2009, la familia Awad me dio una vuelta en coche por las ruinas de una Gaza que fue masacrada durante 22 días. Según la ONG Al Mezan, entre diciembre del 2008 y enero del 2009 hubo 1.409 muertos (sólo el 17% de resistentes), unos 8.000 heridos, 11.154 casas en ruinas y miles de personas destrozadas psicológicamente en la operación militar llamada por Israel “Plomo fundido”. Israel mostró su rabia y su miedo en Gaza.

Al inicio del bombardeo los minaretes de las mezquitas destrozados para mostrar lo precisas que eran sus bombas. Vimos las ruinas de edificios destrozados al inicio de la guerra, cuando unos 60 aviones atacaban simultáneamente a diversos puntos de la franja. Vimos la zona donde unas 300 personas fueron asesinadas sin poder reaccionar. O el centro de la ciudad de Gaza, especialmente los barrios residenciales que fueron atacados sin piedad. Algunos de ellos usando fósforo blanco, ilegal si se usa en zonas pobladas. Los bombardeos en el Ministerio de Justicia, los bombardeos en la muqata, los bombardeos en una cárcel, los bombardeos en un teatro donde murieron 22 personas, los bombardeos en mezquitas, bombardeos en edificios universitarios, bombardeos en locales de bodas, bombardeos en un local de ambulancias, bombardeos en …

No pude evitar mandar un sms a una amiga superado por la situación: “Paseo por las ruinas de la rabia. No me salen las palabras. Estoy en shock. Odio las guerras y los canallas que las hacen. Odio las guerras. No puedo más.”

RUINAS (viviendo la guerra)

En la noche de fin de año, en pleno bombardeo, se popularizó en Gaza un sms: “Mira el cielo. Apaches están bailando por ti. F-16 están cantando por ti. Les he pedido que desde el cielo te deseen feliz año nuevo”.

¤

La población se movía dentro de Gaza como una mosca en una botella, según el capricho bombardeador de Israel. La  población no tenía donde refugiarse. Gaza está geográficamente rodeada por Israel, que no iba a acoger los refugiados de sus propios bombardeos, y al sur con Egipto, que no tuvo la mínima dignidad humana de acoger a sus vecinos árabes. (algo asqueroso, repulsivo). Durante la guerra yo recibía sms de mi amiga Manal contándome nomadismo forzado que estaban viviendo. Cuando bombardeaban Rafah, al sur, viajaban a Gaza, al norte. Cuando bombardeaban Gaza iban a Rafah.

Un día bombardearon Rafah, donde tienen su casa, a unos 200 metros de la frontera. Los palestinos han excavado túneles a Egipto ante el bloqueo de Israel a la entrada de suministros básicos. El ejército israelí escupía fuego a la zona de los túneles con la excusa que había tráfico de armas. La familia Awad se metió en un coche huyendo de las bombas. Era de noche, viajaban lento, sin luces, el cielo estaba iluminado por las coreografías artísticamente circulares de los aviones y los flashes de las explosiones. En el coche iba una niña de un año llorando. El padre empezó a consolarla diciéndole que en Rafah estaban lanzando fuegos artificiales para celebrar la boda de una persona muy importante. La familia, para animar a la niña, empezó a cantar y gritar ante una imaginaria fiesta que estaba dejando casas destruidas y personas muertas.

¤

“A lo largo de la guerra nos movíamos sin parar ya que era la única manera de esquivar las bombas. Todas las fronteras cerradas, no había lugar donde refugiarse. Pero hubo un momento en que decidimos quedarnos, cansados de movernos. Eramos de las pocas familias de Rafah que nos quedamos. Dentro de casa se vivía otra guerra, tanto o más dura que la de las bombas, la guerra de sobrevivir, la guerra de minimizar el agua, la guerra de no lavar,  la guerra de no ir al lavabo por restreñimiento, la guerra de inventarnos mil maneras para comer dignamente sin que hubiera nada a nuestro alrededor.  La guerra no es sólo morir sino cómo sobrevivir a la vida cotidiana. El cuerpo se deforma rápidamente y te vas sintiendo como un muerto. No te sientes humano.”

“En la última noche el bombardeo fue espectacular, rabioso, irracional. Recuerdo  como F-16 disparaban sin parar ni un momento. Estábamos sentados en el suelo y parecía que en vez de tierra hubiera agua.” (Manal Awad)

¤

“De repente acabaron los bombardeos. Cogimos el coche para ir a Gaza. Al viajar tomábamos consciencia de lo que había pasado. Y ocurrió una catársis. En el coche había puesto un cassette del grupo palestino Sabreen que homenajeaba los niños muertos en la Intifada (“Death of the Profeth”). Empezamos a cantar sus temas y cada vez más llorábamos y gritábamos. No podíamos creer lo que había sucedido.” (Manal Awad)

 

RUINAS (enemigos internos)

“La metralla de este edificio ¿es del ejército israelí?”

“No, eso son disparos descontrolados de las luchas entre el Hamas y Fatah”

La operación “Plomo fundido” añadió ruinas a las ruinas. A las ruinas creadas por la disciplina y constancia destructora de Israel. Y a las ruinas creadas por los enfrentamientos  entre líderes palestinos de los partidos mayoritarios, el Fatah y el Hamas.

Después del desalojo de las colonias recuerdo que hubo un breve periodo de raptos a extranjeros (poco habitual en Palestina). A lo largo de la carretera que cruza la franja se desplegaron milicias de dos colores: las del Fatah que vestían de azul, y las del Hamas que vestían de negro. No había coordinación entre ellas sino voluntad de control del territorio. Poco después estalló una guerra interna cuyo único objetivo único era el control del poder. Los tiroteos eran descontrolados, hasta el punto que muchos palestinos les temían más que a los ataques israelíes, mucho mas controlados.

“Siento mucho miedo ante estas luchas. También siento miedo ante los ataques israelíes pero sus disparos y sus bombas son controlados. No hay realmente daños colaterales, cuando muere un niño o una mujer es que han decidido matarlos. Pero  los disparos entre palestinos no tienen control y todo puede ser objetivo. Los cristales de mi casa están llenos de disparos porque cerca hay militantes del Fatah.”

“En estos momentos siento vergüenza de ser palestina. ¿Cómo voy a pedir a la comunidad internacional que me defienda de los israelíes cuando nos estamos matando entre los palestinos?” No le daba la razón a mi amiga Manal. Las luchas internas, segregadoras y sangrientas dividieron Palestina en dos:  Cisjordania controlada por el Fatah y Gaza controlada por el Hamas. Unas luchas grotescas que nada tienen que ver con la población palestina. Su único objetivo es el poder, y están dividiendo a una población que socialmente nunca ha estado (significativamente) dividida.

Actualmente la situación ha es dantesca por parte de ambos partidos. Unos se persiguen, torturan y asesinan a los otros impunemente creando una falsa división entre palestinos. En las ciudades y en los campos de refugiados de Cisjordania empezaron a multiplicarse  check points para detener a miembros del Hamas. Desde entonces los check points israelíes empezaron a rebajar su tensión ya que el Fatah ya hacía el trabajo sucio: se encargaba de detener a la resistencia. También hizo el trabajo sucio en las manifestaciones que se organizaron en Palestina cuándo hubo los bombardeos en Gaza. Las fuerzas del orden del Fatah en Cisjordania las  ilegalizaron, y detuvieron a decenas de manifestantes. En su congreso plurianual el Fatah concluyó que su principal oposición era el Hamas. No Israel, que al parecer ya era su aliado.

El Gaza las historias la población cuenta historias sobre detenciones y torturas del Hamas a miembros del Fatah escalofriantes: amigos visitando a miembros apalizados del Fatah que, a su vez, también han sido apalizados por visitarlos; detenidos a los que han volado las rótulas disparándolos por detrás de las piernas. Poco a poco imponen leyes sociales ultraconservadoras que afectan sobretodo a las mujeres. También se dan situaciones ridículas como le ocurre a Iman Awad, hermana de Manal. Ella es contable empleada por la Autoridad Palestina, por lo tanto su salario viene directamente de Ramallah, la sede central. El Hamas le exigió que jurara su fidelidad o que dejara de trabajar. Actualmente no trabaja pero si recibe su salario, desde Ramallah, que controla el Fatah.

 

MUJERES FEROCES

Estoy con Manal y con su amiga Iqtimal, dos mujeres feroces de Gaza. Siempre han sido dos mujeres fuertes, independientes, hasta desafiantes y transgresoras en su entorno de Gaza. Mujeres trabajadoras, extrovertidas, habladoras, que anteponen sus decisiones personales a las obligaciones sociales (la más visible, aunque no necesariamente la más importante, es no llevar velo).

Iqtimal es divorciada. Manal es soltera. Iqtimal es una fumadora empedernida, ríe escandalosamente, sus bromas son provocadoras y responde a los halagos con respuestas sexuales, sin tapujos. Manal es superpresumida, y calcula mucho a su interlocutor para lanzarse a bromear, pero sus coqueteos en confianza no son habituales en las mujeres palestinas. Iqtimal es provocadora y retante. Manal es romántica, en su cabeza vive historias de amor. No les faltan habilidades seductoras pero no les interesan las relaciones con los hombres de su entorno.

Mujeres admirables. Transparentes. Sinceras, con la verdad por delante. Mujeres fuertes. Mujeres débiles. Demasiado sinceras para ser fuertes. Han decidido quedarse en su país, luchar por su país y por su familia, en esa doble cárcel para ellas. La cárcel física de unos km2 que crea la ocupación israelí. Y la cárcel moral del asfixiante conservadurismo religioso, que con el dominio del Hamas se ha convertido en insoportable.

 

MUJERES ENCERRADAS

Las tres hermanas de Manal sufren también esta doble cárcel.

En la familia Awad no existen cárceles internas; son contrarias a su idea de familia. El padre, en vida, nunca tuvo imposiciones patriarcales, actitud que ha heredado el único hermano. La aún madre nunca ha impuesto restricciones sociales a sus hijas, nunca les ha pedido si se van a casar ni les ha sugerido que se cubran con un velo, viviendo en una campo de refugiados ultraconservador como el de Rafah. A mi me invita como el amigo de su hija, sin intenciones de casarme.

Las cuatro hermanas son solteras, de 30 a 45 años, que en Gaza significa ser ya vieja para casarse, incluso para gustar. A diferencia de Manal, sus tres hermanas viven y sufren su situación desde el silencio de su casa, sin apenas contacto con el vecindario, con el campo de refugiados, con la ciudad, con la misma capital Gaza. Ellas no son extrovertidas. Además no hablan inglés y les cuesta tener relaciones externas, en una región aislada por Israel, especialmente vetada al paso de los árabes.

Manal sí es extrovertida, y habla inglés. Su elección no es menos dolorosa: se relaciona con un mundo exterior casi inalcanzable, de amistades que la vinculan sentimentalmente a muchos países, pero que tiene que mantener por teléfono o Internet. Israel difícilmente da permisos de entrada en Gaza.

La casa de la familia Awad es un microcosmos con su propia vida interna. Aislada de su entorno es un mundo feliz, ahí fluye la libertad de vivir y de expresarse con libertad y fluidez. Pero es también un mundo dolorosamente cerrado a un exterior hostil.

 

PERMISOS

Gaza está cerrada a cal y canto por Israel desde hace muchos años. El sueño de un palestino de Cisjordania es ir a Gaza, y el sueño de uno de Gaza es ir a Cisjordania. A menudo mueren enfermos que no han podido ser tratados en hospitales de Gaza pero que no han podido salir porque Israel no ha dado permiso para cruzar la frontera. Una estrategia fascista de castigo colectivo, de un país que pasa por demócrata.

La familia Awad me contó tres veces que obtuvo permisos en los últimos diez años. Dos de ellas fueron gestionados directamente por ONG internacionales. Una vez el hermano tuvo reuniones de trabajo en Ramallah por la mañana, dejando la tarde para cumplir uno de sus sueños: ir a la ciudad de Nablus a comer el dulce más famoso de Palestina, el knafe. Otra vez Manal tuvo permiso para viajar a Jordania, que desde Gaza es de paso obligatorio por Israel, entrando por la carretera ocupada que va al Mar Muerto y pasa por Jordania. Fue un momento absolutamente emocionante en nuestra amistad en la  que por primera vez pudimos comer hummus y pollo en la animada plaza central de Jericó.

El tercer permiso lo obtuvo su tía mayor, de 75 años, a tratarse en un Hospital de Jerusalén, muy débil por una enfermedad en la sangre. El gran sueño de su vida era volver a su pueblo original de la que fue expulsada en 1948 por el naciente estado de Israel y sus milicias sionistas. Su pueblo sufrió el mismo destino que todos los pueblos palestinos en Israel: fue destruido. Pero ella recordaba perfectamente dónde estaba, los bosques, los árboles, las casas, las plazas… las ruinas del pueblo estaban en una explotación agrícola cerrada a cal y canto. Tuvieron que entrar clandestinamente, saltando vallas.

Recogieron un jarrón de cristal lleno de arena. Arena de su pueblo original, de su pueblo destruido, de su pueblo inexistente. Lo tienen en la mesa de su casa, como una joya preciosa.

 

NAKBA

La población de Gaza es, en parte, el resultado de la Nakba, la limpieza étnica en Palestina de 1948 cuando se creó de Israel. Allí hay los campos de refugiados más poblados y tal vez los más rebeldes de Palestina. La familia Awad es originaria de Abu Shusha, cerca de al-Lydd (en Israel, Lod). Shukria, la madre, recuerda todos los detalles de la limpieza del pueblo.

“Recuerdo bombardeos diarios y asesinatos a los que se resistían. A las diez llegaban los soldados sionistas al pueblo (sionismo es el movimiento que desde el s. XIX reivindicaba una tierra para los judíos), cogían a unos cuantos, los dejaban en un descampado y les decían que se fueran andando. Mi padre fue de los que se negó a abandonar el pueblo. Lo mataron. Más tarde cercaron y encerraron completamente el pueblo durante tres días y no nos dejaron comer. Finalmente, a punta de pistola, nos expulsaron a pie, desde Abu Shosha a Latrun (a unos 50 km.) en el límite de la actual Cisjordania. El éxodo fue una locura. Yo tuve que hacer el recorrido sin zapatos. Otra partió con su hijo recién nacido pero a lo largo del camino enloqueció, y al final ya no reconocía la criatura que llevaba. Otra salió ya enloquecida y llevaba una almohada como si fuera su hijo…”

 

RUINAS (sin techo)

Abu Shosha, el pueblo original de la familia Awad, fue destruido. Con él la casa. Fue la primera vez pero no la última que Israel demolió su hogar.

En  mayo del 2004 Israel llevó a cabo otra de sus innumerables operaciones de castigo colectivo, esta vez en la frontera con Egipto. Le pusieron el poético nombre de “Operación Arco Iris”. Fueron 7 días de imparable destrucción de edificios en el campo de refugiados de Rafah. Asesinaron a 44 palestinos , demolieron 400 casas, y causaron daños estimados en 8 millones de dólares (según Al-Mezan Center for Human Rights). El argumento era “por razones de seguridad”, y se argumentaba el paso de armas en túneles que conectan Gaza con Egipto y la búsqueda de resistentes palestinos. En realidad Israel estaba preparando una área de control en toda la periferia fronteriza y en una franja de centenares de metros, y Rafah tenía el inconveniente de estar pegado a la frontera, casi en conexión directa con el Rafah egipcio.

La familia Awad perdió su casa, si previo aviso. Lo perdió todo. Un año más tarde, en el hueco de su casa demolida, Manal me contó cómo ocurrió:

“En esta esquina de ahí había nuestra casa, y a su lado había cinco más que también fueron demolidas. Los israelíes llegaron sin previo aviso con el buldózer, desde el otro lado de la calle, demoliendo primero las otras. Este es el muro que conectaba nuestra casa con la vecina. De ahí saltaron mi madre, mi hermana y mi tía de más de 80 años. Casi mueren aplastadas por su propia casa que estaba siendo demolida por el ejército israelí. Teníamos un jardín con un árbol en la parte trasera de la casa, desde el que saltaron hacia la casa de los vecinos. Algunos vecinos sacudieron banderas blancas pero no servía de nada. No imaginábamos nada justo antes, no podíamos pensar que demolerían nuestra casa. Había toque de queda con disparos y helicópteros por todas partes y la gente no se movía por la calle.”

“En estas ruinas que ves aquí estaba la entrada, aquí la habitación de invitados, aquí la habitación de mis hermanas, aquí la mía, aquí el lavabo, aquí la cocina, la sala de estar, aquí el comedor y aquí el pasillo al patio donde este limonero cortado fue también arrancado. Argumentaban que buscaban resistentes. Pero esta casa de enfrente pertenece a líderes de la Jihad Islámica, máximos enemigos para Israel, y no demolieron su casa. En cambio sí demolieron la nuestra, que claramente no somos un peligro para la seguridad de Israel. Pero somos palestinos, eso es todo. A sus ojos todos somos un peligro ya que deberíamos ser expulsados de nuestro país y terminar el trabajo que empezaron en la Nakba.

“Una de las cosas más tristeza nos da haber perdido es un mueble que yo construí, dentro del cual íbamos dejando recuerdos familiares. Lo perdimos todo. Los muebles, la casa, y los recuerdos. Y nuestro mueble de recuerdos. Todo. Alguien toma la decisión de destruir tu memoria, tus recuerdos. Tu vida. Aunque sea una casa muy sencilla, te pertenece. No sólo porque ahí está tu memoria, sino porque es el espacio donde decides tu vida… es tu casa. Y de repente viene alguien y destruye el espacio de tu vida y de tus recuerdos. Las cosas que más quieres. Destruye en tiempo que pasamos juntos con la familia, donde comíamos, jugábamos, veíamos la TV, nos peleábamos… Es una sensación difícil de contar. Más de 30 años de vida. Vine aquí cuando tenía 4 meses.  Ésto es la vida, la vida aquí en Gaza.”

AREA BUFFER

La casa de la familia Awad fue reconstruida años después de su destrucción. No la pagó Israel (nadie le pide cuentas por sus destrucciones) sino  el departamento de refugiados de las Naciones Unidas (UNRWA). Israel destruye, “por razones de seguridad”. El mundo paga, “por razones humanitarias”.

La casa está en el barrio de Brasil en Rafah, y cercana a la zona límite de la franja de Gaza objetivo de Israel en la “Operación Arco Iris”: el corredor de Philadelphia. Philadelphia es una área buffer. Es una franja de terreno que no tiene ninguna función, en la que no hay exactamente nada, sólo algunas casas, muchas destruidas, y terrenos vacíos llenos de chatarra, ruinas etc. Pero su condición fronteriza hace que sea el barómetro de Gaza.

En el 2005 me paseé en coche por esta área. Con prudencia, lentitud. Era  arriesgado. Un paraje demolido y tiroteado, que se parecía al de cualquier ciudad bombardeada en la postguerra (Kabul, por ejemplo). Ante su enorme muro metálico fronterizo había decenas de torres con soldados que vigilaban y disparaban a sus habitantes y  a cualquier vehículo que se acercara. Los niños se habían acostumbrado a jugar en las ruinas, a veces evitaban los disparos, a veces eran asesinados. Había una escuela de personas sordomudas que tuvo que ser abandonada. Dispararon y mataron a varios alumnos que no oían los avisos acústicos que mandaban los soldados.

Los túneles estaban ahí. Pero a partir del 2007 y 2008 han crecido espectacularmente debido al bloqueo israelí. Desde el 2007 Israel lleva a cabo una guerra menos espectacular pero más cruel, e igual de ilegal: el castigo colectivo. Se ha sacado las colonias pero las fronteras son controladas de forma más férrea. No entran productos básicos de alimentación, gasolina, materiales de construcción, productos médicos. Aumentan las enfermedades crónicas, los enfermos que necesitan insulina no tienen suministros, se dan numerosos casos de muertos por falta de medicación. Todo a capricho de Israel. Por las calles empiezan a multiplicarse los burros y los caballos, arrastrando fatigados a familias enteras subidas a un carro; están poco acostumbradas a ser bestias de carga. En las tiendas los zumos de frutas, el arroz o las cajas de leche de marca israelí son substituidas por desconocidas marcas egipcias o africanas.

El hermano de Manal me acompañó a los túneles a través de unos contactos de la zona, puesto que pasearse por allí sin contactos era peligroso. Es una zona de mafias controladas por el Hamas, crecidas de la necesidad, pero en las que la corrupción, la explotación laboral de cerca de 16.000 trabajadores, muchos de ellos han trabajado en las colonias y ahora están en paro. También la explotación de menores (hasta puntos inhumanos) es cada vez más escandalosa.

Los túneles crecieron de la necesidad, y han creado un suculento negocio para las mafias y especialmente para el Hamas, amo y señor de la franja. Hay unos 1.000 o 2.000,  no se sabe muy bien…  A lo largo de unos 500 metros agujerean un frágil suelo tiroteado, bombardeado y cubierto de ruinas. A veces hay 2 o 3 niveles de profundidad. El suelo parece un queso gruyere, a punto de hundirse por cualquier punto, y los trabajadores de los túneles viajan en motos, por el peligro de circular en coches.

Cada túnel, es un miscrocosmos, con sus estructuras, generadores de corriente, motores de arrastre, radiocomunicación, gente viviendo, cafeterías… Los negocios de ventiladores o las tiendas de madera crecen espectacularmente construyendo los pasillos. No sólo pasan productos básicos. También armas de fuego, dinero, coches a piezas… La leyenda popular sobre los túneles ha crecido: se habla del paso de  animales  para la ganadería o para en zoo de Rafah, o de parejas de árabes magrebies y palestinos creadas por Internet y cruzando a través de los túneles.

El bloqueo estructural de Israel a Gaza incita a la creación de los túneles. El Hamas se aprovecha y genera de la absoluta necesidad de la población una industria corrupta y clandestina. Hasta el punto que no se desea que Israel abra los pasos de mercancías. El negocio se cortaría.  Como siempre los palestinos y las palestinas son los primeros perjudicados de la industria

¤

El Ministro de Asuntos Exteriores de España Miguel Ángel Moratinos, firma el 11 de junio del 2010 un comunicado dónde dice que: “debemos asegurar mejor las necesidades humanitarias de la población de Gaza, ahogar la economía mafiosa de los túneles, pero también aportar garantías de que esto no vendrá acompañado de un recrudecimiento del tráfico de armas y del flujo de grupos terroristas a Gaza.” Israel, en todo el documento, casi no tiene responsabilidades.

Todo la declaración es una muestra del cinismo, la burla y la ausencia de respeto hacia la población de Gaza de la Unión Europea y del Gobierno Español. Se intenta poner a un mismo nivel los crímenes y castigos colectivos a m¡les y miles de personas del gobierno israelí, con los ridículos gestos de desafío pseudoviolento del Hamas. Aún peor, parece que la payasería belicista del Hamas sea lo más peligroso de la zona.

Al final es una actitud de lamida del culo al estado de Israel desgraciadamente habitual en la política española, en una desesperada necesidad de liderar otra pantomima de “proceso de paz” en Palestina. Un proceso que como siempre desprecia las víctimas, centenares de miles de palestinos y palestinas. A pesar de un castigo colectivo a más de un millón de personas encerradas en una gran cárcel, de 1400 muertos en 2008-2009, de 14 activistas humanitarios asesinados en pleno mar en 2010 o declaraciones de auténtico fascismo político por parte del embajador israelí en España como: “Qué son 14 muertos con la cantidad de gente que muere en las carreteras españolas.” Esta clase de engendros políticos pueblan nuestra clase política y son la cara de la opinión pública. Una actitud que no va en nuestro nombre.

… al igual que la ridícula clase política palestina no representa un pueblo que ha demostrado sobradamente su capacidad de resistir en su vida diaria a la ocupación.

AEROPUERTO

Mi amiga Manal es arquitecta de formación. Me enseña un antiguo edificio diseñado por ella, en los límites del sur de Gaza. Es una dependencia administrativa de estilo funcional y con motivos de arquitectura local. Esta construido a medias. No pudo acabarse. Me enseña el resto del edificio, los halls, y las puertas de embarque a los aviones del aeropuerto de Gaza, en Rafah. Hay vigilantes protegiendo una construcción inútil desde su inicio. El aeropuerto de Gaza nunca ha sido utilizado ya que en dos ocasiones Israel bombardeó sus pistas. Pagadas, por supuesto, por la Unión Europea, que es lo que mejor sabe hacer: pagar y callar.

La entrada Norte de Gaza es un complejo fronterizo de cárcel de alta seguridad, la metáfora más clara del apartheid que Israel impone a Palestina.

La salida Sur es una magnífica metáfora del destino de la población de Gaza, de la población de Palestina. Un aeropuerto que conecta a ningún sitio.

Junio 2010

Descarrega’l

 

Posted in En castellano, General, menu, PALESTINA, per raons de seguretat | Tagged | Leave a comment

Sopori i Rainu, gurú i deixeblessa. Estabilitat i interculturalitat de la cultura índia

Poesia sufí i música clàssia índia

Fa un temps vaig viatjar a la Índia durant dos escassos mesos. No tenia referents del país, només sabía el que em deien els meus sentits. Em movia per Delhi, Varanasi, Mathoura, Dheramsala o Agra per intuïció. Veia la Índia com un immens continent, amb milers de facetes, pobles, tradicions. Però també veia un país amb una gran unitat territorial i històrica. Els indis i les índies tenen la certesa i l’orgull de saber que són part d’una cultura mil·lenària. Per damunt dels xocs entre cultures i dels conflictes polítics hi ha la sensació d’estar integrats a la cadena d’una historia unitària.

La meva visió era la d’un flipat més que vol veure una Índia que sols està a la seva imaginació, portat per la borratxera d’imatges, olors i persones del país?

Em vaig centrar en la música, per provar d’entendre els mecanismes culturals del país. De la gran quantitat de concerts que vaig veure el que em va deixar més petjada va ser el de la jove cantant de Jammu Ragini Rainu. El seu cant càlid i enorme, no semblava tenir principi ni fi, i no semblava voler portar-nos a cap lloc concret: érem els oients els que elegíem fins on ens portava.

Es tractava d’un concert de música clàssica índia, és a dir música d’origen hindú. Però ella cantava poemes sufís, és a dir musulmans. A més la Rainu no és ni musulmana ni hindú sinó sikh, una altra religió present a la Índia. Encara hi havia més: cantava una tradició sufí anomenada kharana, del Caiximir, una regió malauradament coneguda per ser el punt de separació i de conflicte entre la Índia i el Pakistan, entre una Índia hindú i un Pakistan musulmà… Això són els fets històrics i els motivants polítics, però aquesta realitat és molt més complexa, i a la Índia no sembla que els conflictes religiosos hagin de xocar necessàriament en les manifestacions culturals.

“M’he especialitzat en música clàssica índia, canto poemes sufís, i jo sóc sikh. Però la poesia sufí parla de l’amor universal. Va més enllà de la ortodòxia religiosa per agafar un sentit humà, i és aquest sentit el que m’impulsa a practicar-lo. El sufí del Caixmir no parla del conflicte entre la Índia i el Pakistan i jo tampoc no en parlo. Jo parlo de l’amor a ànima, l’amor ho és tot,  i les barreres religioses no tenen importància.”

El gurú (mestre) de Rainu, Pandit Bhajan Sopori, del Caixmir, és reconegut com un dels grans mestres del santur, instrument de corda percutida que Sopori diu que va néixer a la seva regió. Ell ha ensenyat a Rainu les tradicions sufís del Caixmir, i m’explicava la clau d’aquesta complexitat.

“Les ragues son les estructures musicals de la música clàssica índia, d’origen hindú. Els maqams,en canvi, són estructures musicals de la música musulmana, a l’Àsia Central.  La poesia sufí cantada té relació amb els maqams, però a la pràctica, al Caixmir, els ragues s’han convertit en maqams i són el mateix. Les arrels de la música del Caixmir eren tant fortes que només es va substituir la poesia, però les característiques musicals són típicament caixmirs i no va canviar el llenguatge. La tradició continua però en una forma diferent: és la raga amb poesia anagala sufí . Sota el concepte sufí hi ha la música clàssica índia.”

A la India tot dóna la mateixa sensació: quelcom la unifica i l’estabilitza dins de la seva complexa diversitat, com si un substrat mil·lenari anés molt més enllà dels conflictes entre grups humans o religions (malgrat existeixen). El passat no és quelcom inseparable del present, no hi ha una ruptura radical sinó que en forma part.

 

La raga: estabilitat i improvisació

Quan parlem de música clàssica europea ens remetem a 300, màxim 400 anys enrere… A la Índia es remet a centenars d’anys, amb instruments i sistemes que quasi no han variat. Però, per què essent quasi mil·lenària sempre és nova? Perquè sempre forma part del present? És el propi sistema musical el que ho explica.

Ragini Rainu no és l’alumne de Pandit Bhajan Sopori, ni Sopori el seu mestre: la Rainu n’és la deixeblessa, i en Sopori n’és el gurú. Què vol dir això? En la música clàssica Índia l’intèrpret construeix la música a cada nou concert seguint l’esquema de la raga, una estructura bàsica i estable des de fa centenars d’anys. El compositor treballa amb l’esquema de la raga, que és el 10%, però la  improvisació és el 90%. L’intèrpret ha d’aprendre a crear la música en cada nou concert. Per això el gurú no és algú que ensenya les tècniques sino l’actitud, la personalitat creadora. El deixeble és l’herència, la perpetuïtat humana i creativa del gurú.

“La música índia no està escrita, l’aprenentatge funciona escoltant i repetint el gurú. El seu aprenentatge és tot un sistema social, un ritual d’adopció, ja que ets acceptada  per un gurú i després adoptada per la seva família amb la que vius durant el teu aprenentatge. Aprendre a partir d’un gurú vol dir que no sols aprens música sinó la seva personalitat. Crea un ser humà.” (Ragini Rainu)

“La música clàssica índia és el 90% improvisació. I aquesta és la seva riquesa. Avui puc tocar una raga per el públic general, i demà tocar-la de nou de manera completament diferent per estudiants o per experts. La improvisació ho fa totalment diferent. Però la raga sempre és la mateixa.” (Pandit Bhajan Sopori)

El sistema de les ragues i el del seu aprenentatge amb la improvisació, van ser per mi una revelació per entendre els mecanismes de la cultura índia i el seu caràcter estable. Segle a segle les estructures i els instruments poden ser invariables, però en això no hi ha cap problema ja que la música sempre és nova: els intèrprets sempre són nous. Les cultures, les religions poden sobreposar-se com a capes, però la base de les ragues, i de la Índia és flexible, no s’imposa sinó que li exigeix que s’hi impliqui, perquè finalment és a ell o a ella a qui li toca la creació.

Agost 2010

 

Posted in En català, General, menu, MÚSICA I CULTURES | Tagged | Leave a comment

Cementiris

mamilla-cemetery-in-jerusalem
Cementiri de Mamilla a Jerusalem

1
Camino per un descampat ple de males herbes, vaciots d’aigua podrida i terra remoguda. De tant en tant hi ha pedres rectangulars. Làpides d’un cementiri abandonat. Un cementiri mutilat pel Cementiris
Estic a un hotel israelià a Síria, concretament als Alts del Golan, territori ocupat per Israel el 1968. En aquell moment la majoria de la població autòctona va ser expulsada i els seus pobles demolits. Al damunt es construïren colònies i zones d’oci. Damunt de les runes de Jubata Al Zeit es va edificar l’hotel Rimonim, profanant el cementiri i humiliant la memòria de la població àrab.

2
El meu cotxe circula a un pàrking d’un gran centre comercial. Les rodes trepitgen els avantpassats de Bersheva, una important ciutat de la Palestina històrica, actualment a Israel.
Al costat mateix del pàrking encara hi ha restes destrossades d’antigues tombes àrabs. Abandonades, són les restes d’una de tantes i tantes poblacions que al 1948 les tropes sionistes van expulsar i van demolir parcial o totalment. Un acte de neteja ètnica i de memoricidi de tot un país. Les tombes resten ofegades sota botigues de perfums o de roba de última moda.

3
Camino pel terreny del futur museu dedicat a la tolerància. Observo una monumental tomba palestina, possiblement una de les poques del cementiri que se salvi de la destrucció quan el museu sigui una realitat. La resta ja fa temps que s’estan descomponent per abandó i desídia. Més enllà hi ha una pila de tombes que ja no existeixen, que estan mortes des de fa dècades. Fa anys l’estat d’Israel va usar el terreny del cementiri per construir el Parc de la Independència.
Jerusalem (i tota la Palestina històrica) va ser disseccionada en dues el 1947 per les Nacions Unides, quan es va aprovar la creació del nou estat d’Israel. La opció no va ser convertir Palestina en un país d’acollida, integrant la nova població al país ja existent, sinó dividir en dos el país original (una decisió que alguns historiadors aplaudeixen per ser el primer estat creat per unanimitat internacional).
El cementiri jueu va quedar a la part palestina (Jerusalem Est), i el musulmà va quedar als límits de la part israeliana (Jerusalem Oest). El destí d’ambdos ha estat diferent. Actualment, les restes que van sobreviure a la destrucció del cementiri musulmà de Marmilla, poden ser sepultades per construir-hi un centre cultural dedicat al quelcom més important que els morts: la tolerància.

Cap Gros

Descarrega’l

22 de desembre de 2009

Posted in En català, menu, PALESTINA, per raons de seguretat | Tagged | Leave a comment

Damasc-Tunis-Kabul

Damasc-Tunis

L’any 2010 vaig anar a Síria. Viatjant per Damasc, per Alep, per Homs o pel monestir de Mar Musa vaig viure sensacions paral·leles a les que anys abans havia viscut a Tunis, a Tabarka, a Kairouan, al Kef o a Sidi Bouzid. Mai vaig notar perill ni vaig sentir cap mirada d’hostilitat o d’ésser mal rebut pels seus habitants. Estava segur que mai em sentiria amenaçat a cap racó del país. Sentia que viatjava per una de les zones més segures i fàcils de moure’s que mai havia estat. Res no em feia conscient que estava a un país centre de conflictes.

La població d’ambdos llocs era oberta a la comprensió i a la discussió, i no semblava que visqués a un búnker tancat i segellat. Una sensació estranya… Jo ja sabia que a Tunísia governava una fèrria i asfixiant dictadura que penetrava en tots els racons de la vida quotidiana dels seus habitants. Però la sensació a Síria encara era més estranya ja que a més de ser una despreciable autocràcia el país semblava surar damunt d’aigües pantanoses: era el centre d’un conflicte internacional, enmig de dos estats tensos, poderosos i malalts d’arrogància com Israel i l’Iran. Síria era un país tranquil a l’epicentre de conflictes perillosíssims a escala internacional.

El que no podia sospitar és que a Síria i Tunísia esclatarien un temps més tard revolucions populars, una d’èxit fulminant (Tunísia) i una sagnant i complexíssima (Síria, una revolució l’èxit de la qual no interessa ni a l’Iran ni a Israel).

Tunis-Kabul

A l’abril del 2002 vaig viatjar per primer cop a Kabul, quatre mesos després de la invasió de l’Afganistan pels Estats Units i de la caiguda del règim Talibà. Al maig del 2011 vaig anar a Tunísia, quatre mesos després de la revolució que va fer caure el seu dictador Ben Ali. Als dos llocs la gent semblava viure una sensació similar: el país era desconegut fins i tot pels seus habitants. No sabien ben bé què fer amb les noves possibilitats que els donava el nou país. No donaven l’abast de fer tot el que durant tants anys no havien pogut fer.

A Tunísia la població no parava de fer concentracions de protesta o debats oberts en espais públics. Arrencaven els símbols de la dictadura precedent i no sabien com trobar temps per fer-ho tot al mateix temps: obrir noves publicacions, nous blogs, nous partits polítics… Bromejàvem dient que Tunísia era, actualment, un brainstorming (una pluja d’idees).

A Tunísia no sabem què passarà. Podem ser una mica optimistes amb la revolució ja que és un país on, malgrat la repressora dictadura, hi ha hagut unes bases fortes de construcció de la societat. Hi ha un bon nivell d’atenció sanitària, d’educació. Però cal ser prudents amb la transició…
de la ciutat

A l’Afganistan la població no s’acabava de creure que es pugui sortir al carrer sense trets, sense repressió. Em vaig passejar per qualsevol racó de Kabul, fent fotos sense reticències. Vaig creuar zones que sols uns mesos abans havien estat fronteres d’una ciutat microparcelada i destruïda per batalles brutals. Vaig visitar llocs públics que uns mesos abans havien vigilats per cruels guardians del puritanisme musulmà. Molta gent ens cridava al nostre pas “How are you!”, possiblement la única expressió en anglès que coneixien, però que necessitaven compartir. Als edificis ferits de bales i de parets enrunades estaven encaixades botiguetes de fruita o ferralla, o fotògrafs amb aparells antiquats. La gent encara no sabia com es feia això de viure en un país on ja no trobes la repressió o la mort a cada cantonada. Se’ls feia grossa la sensació de llibertat i volien abastar- la tota.

Aquesta sensació a l’Afganistan va ser temporal i fugissera, durà mesos, potser setmanes. Era un país on al llarg de 30 anys tot havia estat destruït: les cases, les famílies, les estructures polítiques, la justícia, la vida social o la vida íntima. El virus de la guerra havia penetrat per tots els racons, quelcom molt difícil de desempallegar-se’n. Però a més els EUA pactaven amb els criminals que uns anys abans havien destruït el país durant els 80’s o ens 90’s donant-los el poder (alguns dels mujaidins), mentre que el Pakistan deixaven que els dèspotes que havien segrestat el país als 90’s ressorgissin (els Taliban). Omplien l’Afganistan de tropes però ningú tenia la intenció de reconstruir-lo des de les seves bases.

Es cert que les similituds del que vaig viure als dos països s’aturen aquí, amb aquesta sensació de viure en un país nou i encara desconegut. Tunísia no coneix la guerra, ni el desordre, i si bé en caure la policia (lleial al dictador) ha caigut el nivell de seguretat, es irrisori comparat amb l’Afganistan, un país on tothom sembla haver-se posat d’acord per continuar destruint-lo i torturant-lo. Afganistan és un país on tot ha estat destruït. Tunísia, al contrari, té una base fortíssima a tots nivells per un canvi madur i seré.

Posted in AFGANISTAN, vides podrides de guerra, En català, General, menu, TUNÍSIA, postals des d'un país tranquil | Tagged , | Leave a comment

Check point de Nablus: més que un club

Noies palestines a un check point

A l’entrada de la ciutat palestina de Nablus hi ha un check point israelià que ha estat un dels més durs de Cisjordània. Un check point sempre és desagradable, és un espai que esgarrapa el paisatge: pols, fragments de pedres improvisen estructures defensives provisionals, soldats apunten al cor de la gent com si tothom fos potencialment perillós, cotxes militars blindats i bonyeguts circulen aleatòriament sense tenir en compte qui hi ha davant. I les estrictes normes que els regulen varien a cada check point, segons el dia o segons el soldat de torn. Tot l’interior dels Territoris Ocupats Palestins (no només a les fronteres) està ple de check points que impedeixen la població palestina viure amb normalitat.

Recordo un dia que l’ambient era especialment tens. Centenars de persones de totes les edats esperaven des de feia quatre hores sota el sol. Davant séu, una impenetrable barrera amb militars nerviosos i agressius. Aquesta escena humiliant dóna una idea la situació: un soldat es barallà amb un conductor, el qual va haver d’accedir empipat a les seves ordres i fer que la seva mare de 80 anys, coixa i grassa creués el check point a peu i no amb cotxe.

Em vaig posar a la cua dels homes esperant una llarga odissea. Però els palestins que em rodejaven em van animar a que no fos tonto i que anés per la cua ràpida, o sigui la que creuen les dones, les persones grans i discapacitades… i els estrangers! Els homes, lluny d’estar tensos, bromejaven intentant esbrinar el meu origen i em cridaven “faransi” (francès), “italianïi” (italià), “sbaniolïi” (espanyol). Els vaig respondre “sbaniolïi”. Espanya és un país que suggereix simpaties a Palestina i van continuar encara més excitats: “Barça”, “Madrid”. Qualsevol persona a Palestina en sap del Barça i del Madrid cent vegades més que jo, i els vaig seguir la broma: “Barça”. De seguida els fans palestins del Barça es van posar a cridar com bojos “Barça, barça”, mentre que els del Madrid van xiular. Es va improvisar una festa quasi surrealista, molt habitual entre palestins degut al seu sentit de l’ humor.

Vaig entrar a la zona on els militars revisaven els documents. No ens miraven la cara, ens empenyien i ens tractaven a crits. Un dels soldats em va arrencar el passaport i el va mirar. Li va canviar l’expressió. “Barcelona?”. “Yes”. Em va mirar còmplice: “Barça, the best futbol team!”. Jo només volia sortir d’aquell infern i li vaig respondre “Yes, yes, OK!” Em va deixar passar cridant: “Welcome to Israel”.

Per cert un petit detall… Nablus està al bell mig de Cisjordània, força lluny d’Israel.

Cap Gros

22 d’octubre de 2009

Posted in En català, menu, PALESTINA, per raons de seguretat | Tagged | Leave a comment

Ajudant Tunísia

El juliol passat vaig anar a Tunísia, un país que cinc mesos abans havia viscut una revolució popular per expulsar el seu dictador. Vaig assistir a unes jornades sobre el paper de la societat civil a les transicions democràtiques (organitzades la fundació Anna Lindh, que treballa pel diàleg entre les cultures de la conca mediterrània). Entre les organitzacions europees hi havia un discurs benintencionat, però amb un transfons d’inconscient arrogància: “ara és, definitivament, el moment en que hem de donar suport a la societat civil tunisiana per fer una correcta transició política.”

Sí, hi havia bona intenció. Però jo em preguntava si no era abans quan calia donar suport, en els 28 anys que va durar la dictadura de Ben Ali (sense comptar que el seu antecessor i pare de la Tunísia moderna, Bourguiba, també és considerat per molta gent com un dictador). Per part dels governs europeus hi havia un mutisme quasi total sobre els nivells de repressió als que arribava aquest règim. Com deia Taoufik Ben Brik, un dels periodistes tunisians perseguits, era “Una dictadura tant dolça!”. A més ajudava a aturar l’emigració il·legal a un bon preu, i era un tap magribí a l’extensió de l’islamisme radical (ja és ben curiós que a Europa hi hagi més preocupació pel terrorisme i la immigració que per la impunitat bancària i per la destrucció sistemàtica de l’estat del benestar!).

Però quan jo parlo d’arrogància no em refereixo al retard de l’ajut. Em refereixo a l’arrogància moral de considerar que es pot ajudar a un país que s’ha alçat tot solet contra el seu tirà fins enderrocar-lo. Ens creiem el colmo de la maduresa democràtica com per ajudar “democràcies i societats civils incipients”? L’anomenada “revolució tunisiana” va ser feta pels tunisians i les tunisianes. Cap suport extern: primer es van aixecar els pobres, ho varen difondre els bloguers, ho vàrem legitimar els advocats i va permetre la seva rapidesa i manca de violència l’exèrcit (negant-se a disparar contra els manifestants). La societat tunisiana va fer una exemplar revolta, se les va apanyar soleta per trencar la por que Ben Alí havia creat.

En un context com l’actual, qui ha de demanar ajut a qui? No som nosaltres qui hem de demanar l’ajut dels tunisians i les tunisianes per aprendre de la seva experiència? En un context al nostre país on acampades populars massives amb manifestacions que arriben a les 250.000 persones per demanar mesures reals de poder a una democràcia desgastada, i per dir a la classe política que “no ens representeu”, la resposta és el mutisme total. O encara pitjor, la repressió, com fóssim masses de delinqüents sense cap mena de criteri… No som més aviat nosaltres qui hem de demanar ajuts als tunisians i a les tunisianes per saber com s’ho han fet?

No. Jo no imaginava ni de lluny que a Tunísia tot un poble es pogués aixecar contra el sàtrapa que el tenia segrestat durant anys. Aixecar-se contra tota l’estructura política i el clientelisme social que tenia muntat . El meu amic Mohsen en comentava que ningú a Tunísia s’ho imaginava, ni tant sols una setmana abans del suïcidi del desesperat Mohamed Bouzazi venedor de fruites a la localitat de Sidi Bouzid, després de rebre bufetades per una funcionària municipal que li demanava diner per poder seguir venent a la seva petita botiga.

– Al final encara li haurem d’agrair a l’anterior dictador, Habib Bourguiba- em dèia en Mohsen- . El seu govern era una fèrria dictadura de partit únic sense llibertats socials. Però les seves polítiques reforçaren una societat civil laica i amb un nivell molt alt d’educació. Ell va crear les condicions per que la gent s’hagi aixecat cívicament, enlloc de deixar-se emportar per altres potencials dictadors.

Al llarg de varis articles i en varis mesos aniré a la meva memòria personal dels 90 i es primers anys del 2.000 sobre com vaig anar descobrint mica a mica aquesta Tunísia ofegada per la dictadura de Ben Ali. Aniré traient capa a capa els mecanismes del poder absolutista fins a descobrir que al final de les capes no existia res. Un absolutisme que s’ha evaporat, perquè sols el formaven capes de pura ambició pel poder…?

Posted in En català, menu, TUNÍSIA, postals des d'un país tranquil | Tagged | Leave a comment

L’11 de setembre ens vam posar molt contents

Now Bloque es un poble afganès difícil d’ubicar inclús als mapes de carreteres del propi país. El vaig conèixer degut a un accidentadíssim viatge per visitar un projecte de l’Associació pels Drets Humans a l’Afganistan (ASDHA). Està ubicat a una zona muntanyosa del nord, a la província de Mazar-e-Sharif i a uns 50 kilòmetres de Samangon, una eternitat en aquelles torturades carreteres. Camins engolits per les valls, pels rius, pels pobles que a simple vista no es diferencien massa de les pedres o dels arbres.

El nostre cotxe va fallar a mig camí, a tomb de la nit, en un poble desconegut. Un avi (que tampoc es distingia dels arbres, de les herbes o dels rius) ens acompanyà a negra nit al llarg de cinc agòniques hores per un camí en pendent, per guiar-nos i espantar els gossos i els llops, uns llops que per cert es van menjar uns turistes un any més tard a la mateixa zona. La tornada va ser tant “generosa” com l’anada, creuant camins i pobles en plena neu i alguns graus sota zero, finalment baixant amb un camió vell, que ens va costar com si fos de luxe, conduit per uns “pirates” que, segons ens van comentar per “tranquil·litzar-nos”, estaven comunicats per walkie-talkie amb bandes d’atracadors.

El poble (sobre)vivia i moria com els animals i les plantes de l’entorn, sense gairebé cap aportació exterior. Patates de la terra, fonts semipotables, fang i branques per construir cases i sobreviure l’hivern, una infància amb clares mostres de desnutrició, ni metges, ni escoles abans del nostre projecte… res. Una societat amb codificadíssimes relacions socials jeràrquiques, patriarcalíssimes, ancorades ves a saber quan, basades en una societat enfrontada a la Natura, en una terrible por a la nit, en l’odi als soviètics i als talibans, els seus pitjor invasors recentment que havien sols deixat ferides de guerra i llaunes de tancs pels camins amb els que els nens jugaven. Sols una cosa venia de l’exterior: el material per fabricar estores, la principal font d’esclavisme social d’explotadors externs que els feia treballar 7 dies a la setmana, 12 hores amb salaris que no arribaven a la supervivència.

En els tres dies que vam estar allà, visitant-los i esperant un vehicle, vam coincidir amb els vells líders de la comunitat i se’m va ocórrer preguntar-los per l’11 de Setembre.
– I vosaltres com vau conèixer el que va passar l’11 de setembre? Com vau reaccionar?
– L’11 de setembre? Ens vam posar molt contents. Algú va escoltar la notícia per la ràdio i jo immediatament vaig convocar la gent del poble i els vaig dir: us he de donar una notícia molt bona, ha passat una cosa que canviarà les nostres vides. Ha passat una desgràcia molt gran i ha mort molta gent a Amèrica. Hem d’estar contents ja que han estat Bin Laden i el Mullah Omar qui han matat aquesta gent, n’estic segur, i segur que en breu vindran a l’Afganistan, els expulsaran a ells i als talibans, i per fi podrem alliberar-nos de la seva tirania. Algú em va preguntar com era possible que una desgràcia tant llunyana ens afectés aquí. Jo els vaig dir que no sabia ben bé quina relació hi havia però que segur que en breu ens alliberaríem dels talibans.

Quan li vaig preguntar per les imatges de les torres bessones enfonsant-se em va dir que no sabia de què li parlava, que no les havia vist mai.

Veure vídeo

Posted in AFGANISTAN, vides podrides de guerra, En català, General, menu | Tagged | Leave a comment

Vides podrides de guerra

Estic mirant des del balcó d’una casa d’adob a un barri ubicada a les pendents de les muntanyes que rodegen Kabul. És divendres, dia festiu a l’Afganistan, i una família prepara un pic-nic a la terrassa. Tenen una simpàtica guerra familiar ja que unes noies intenten treure abans que les altres l’arròs, el pa, les verdures. És una terrassa ubicada al buit d’un antic edifici que va ser enderrocat per un míssil fa anys. Va matar el marit i alguns fills.

Al fons els raigs del sol retallen fotogènicament el perfil irregular d’algunes cases. Bombardejades, per vés a saber quin criminal que actualment forma part del govern afganès.

Hi ha nens que juguen a amagar-se, espantant-se i perseguint-se entre la ferralla. Hi ha nens que salten un aleró, altres fan rodar una hèlix rovellada, altres surten d’un forat d’un tanc, possiblement de la dura guerra que els afganesos van mantenir alb els soviètics, o potser després.

Hi ha centenars de nens que fan volar estels, omplint el cel, aviam qui el fa volar més alt i més ràpid, aviam qui el creua amb un altre estel. Sense ni tant sols adonar-se dels avions que creuen en cel volant cap al sud, ves a saber on, potser algun poble del sud, i potser mataran alguna família en una boda “confosos pels trets” de la celebració.

Hi ha llargues fileres de famílies que tornen de la oració de divendres, alguns nens carreguen aigua, algunes dones llenya pel dinar familiar creuant els carrers amb l’asfalt aixecat, o saltant els postes de la corrent arrencats i sense cables, o els fanals tirotejats fa uns anys per deixar la ciutat a les fosques i atacar-la. I cometre les atrocitats més espantoses contra la població civil. Uns criminals que uns “acords de pau” recents avalats per la irresponsabilitat de la política internacional han reubicat al poder. En un exercici de lamentable amnèsia històrica.

Hi ha persones coixes que caminen amb dificultat per les runes de la ciutat en un país on tots els països hem estat una mica responsables d’esmicolar-lo a trossos, convertit en un laboratori d’unes guerres que durant 30 anys han destrossat el país. A fer-lo trossos a base d’injustes “transicions polítiques” (com actualment) on les bèsties més atroces ocupen càrrecs als ministeris o al Congrés. Tots els països hem estat responsables de la ridícula “no intervenció en assumptes polítics interns”.

Les víctimes són tantes i tenen tantes ganes de tenir una vida normal, que semblen no tenir aquestes ferides profundament clavades. Però la seva memòria i les seves ferides no es tanquen, i es podreixen amb les seves pròpies llàgrimes. I els seus botxins es reparteixen el ”botí de pau” i l’ajut internacional.

“Sense memòria no existim, sense responsabilitat potser no mereix la pena existir” diu Saramago. Mentre, però, la opinió internacional està més preocupada en denunciar el desplegament de les tropes que en arrencar la lepra de l’Afganistan que ocupa llocs de poder.

Posted in AFGANISTAN, vides podrides de guerra, En català, General, menu | Tagged | Leave a comment

Dubai-Kabul / Kabul-Dubai

DUBAI-KABUL

L’aeroport de Dubai, als Emirats Àrabs Units, porta a l’extrem la fascinació que ens poden exercir els aeroports com a espais de cultura internacional on les cultures es creuen, però no es mesclen. A Dubai es troben Orient i Occident sense mesclar-se, quasi sense mirar-se. De fet és un aeroport on es mostra l’absurd de la simplificació d’un mon dividit en dos pols.

A les cues de facturació hi ha les files caòtiques i espontànies dels vols al Sudan, al costat de les atentes i ordenades del Japó, hi ha les grans sales amb seients on els alemanys esperen seriosos amb ordinadors portàtils, fins i tot els saudís amb moderns telèfons mòbils i vestits tradicionals, o les belleses àrabs modernitzades del Líban, o elegantíssimes índies amb vestits regionals de colors llampants i esquenes despullades, o els grups amb uniformes locals a vegades sentats al sòl o resant dels pakistanís, o tombats dormint una mescla indistingible de coreans, afganesos, centroasiàtics… L’aeroport de Dubai és una buffer area, tot es mescla però, no se sap com, els límits estan clarament establerts.

A l’aeroport de Dubai termes com occidentalisme son totalment inútils per simplistes, i el luxe, les derrotxadores botigues de perfum o de grans cotxes, o les grans pantalles emetent videoclips de cantants sexis àrabs seduïts per nois elegants de les cadenes Rotana o Al-Arabia. En un mateix espai convieuen les “ninjes”, o els “yuppis”, i a vegades fins i tot els “hippies”. El luxe perd sentit identificat com a occidental ja que aquí el luxe adopta una versió àrab; i el tradicionalisme perd sentit com a valor no-occidental perquè aquí l’aparença tradicional es vesteix de luxe.

L’aeroport de Dubai és l’espai on es creuen però no es mesclen les cultures. Perquè no tenen cap interès a mesclar-se. I així móns que podrien ser radicalment oposats, fins i tot en lluita, es creuen en un mateix espai.

KABUL-DUBAI

Jo creia que viatjant a l’Afganistan el major xoc cultural el tindria en arribar a Kabul. Però no va ser així: el major xoc cultural va ser tornant de Kabul a Dubai. Afganistan, un país on la gent no ha tingut durant dècades i dècades ni té, dret a una existència mínimament digne. Un lloc on una gran quantitat de països hem tingut la responsabilitat de convertir-lo en un laboratori d’atrocitats de la guerra freda. Un país on un seguit d’àrpies que van ser criminals es reparteixen el botí de guerra del futur del país en forma de ministeris o territoris sencers (amb l’aval de la comunitat internacional). Una ciutat, Kabul, on no hi ha ni un carrer sense runes i metralla, on no hi ha ni una persona que no tingui cicatrius incurables de les guerres.

Faig una escala de 15 hores a Dubai i m’apropo a la ciutat. L’aeroport, i la ciutat pont entre Orient i Occident. Des de la platja contemplo de nit la ciutat. Miro xocat la perversitat del luxe i de despilfarro. Incomptables gratacels que semblen no tenir fi vomitant milers de kw de llum robats de qui sap quin racó del món. Centenars de cotxe d’alt luxe creuant sense parar uns pocs kilòmetres de ciutat i de país i devorant el petroli que devora els països en inacabables guerres. Centenars de centres comercials mostrant el decadent espectacle de milers d’ampolles de perfum d’alt standing i immensos aquaris prefabricats. La imatge d’una societat que pervertidament despilfarra els recursos damunt d’una civilització devorada pel saqueig, la injustícia i la mort de la dignitat humana.

Posted in AFGANISTAN, vides podrides de guerra, En català, General, menu | Tagged | Leave a comment