Fibromialgia a los 27: muerta en vida

Por Jessica Martínez

Tengo 27 años y vivo en un cuerpo de una mujer de 70. Hace 3 que padezco fibromialgia y fatiga crónica. Consecuencias: sensación de cansancio, falta de memoria, vista borrosa, dolor de cabeza y cervicales, ciática, colon irritable… Y no podré ser madre, mi medicación podría provocar malformaciones en el feto y no puedo estar sin ella.Tengo un 42% de discapacidad y las empresas ahorran mucho dinero al contratarme. Al principio, todos me comprenden pero esto cambia a medida que surgen brotes a causa del incremento del esfuerzo. Entonces nadie me entiende.  He perdido los últimos 4 trabajos  por culpa de mi enfermedad.

Mis informes médicos constatan que no puedo hacer jornadas semanales superiores a 20 h. ¿Cómo puedo vivir con este sueldo sin ayuda? Me obligo a trabajar 30 h, con mucho dolor. Fuera del trabajo no tengo vida, debo hacer reposo absoluto para rendir al máximo, paso la semana fingiendo que estoy bien y llorando a escondidas porque no puedo más, porque esto es un infierno… Esta enfermedad es muy dura. Los médicos deberían dejar de tratarnos con indiferencia… Necesito ayuda porque necesito vivir, poder disfrutar de las pequeñas cosas y dejar de sentirme muerta en vida.

La Justicia reconoce el derecho a una pensión por fibromialgia

El Instituto Nacional de la Seguridad Social deberá abonar cada mes 786 euros, según sentencia firme del Juzgado de lo Social número 3 de Las Palmas de Gran Canaria.

 

La canaria C.I.H.C. es la primera persona, al menos en el ámbito del Archipiélago, a la que los tribunales han reconocido la incapacidad permanente absoluta y el derecho a acogerse a una pensión a causa de la fibromialgia.

Según una sentencia firme del Juzgado de lo Social número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) deberá abonar cada mes 786 euros a esta trabajadora, que fue asistida por el letrado José Luis Machado Carrilla en su lucha en los tribunales. Según el abogado, no se conoce otro caso anterior en Canarias en el que los juzgados hayan reconocido la incapacidad permanente absoluta por una enfermedad común como es ésta, lo que puede sentar una importante jurisprudencia en el futuro para las numerosas personas que padecen el mal.

La fibromialgia es un padecimiento que se caracteriza por el dolor de los músculos, tendones y tejidos y hasta ahora su diagnóstico ha resultado controvertido. Así, algunos autores afirman que no debe considerarse como una  enfermedad debido, entre otras razones, a la falta de anormalidades en el examen físico, en los de laboratorio objetivos o estudio de imágenes médicas para confirmar el diagnóstico y, de ahí, precisamente, la importancia que puede entrañar en el futuro la sentencia que acaba ahora de ser emitida.

Laboratorio fotográfico

C.I.H.C. tiene 55 años y ejercía como autónoma en un laboratorio fotográfico. En su momento padeció un cáncer de mama que le obligó a someterse a quimioterapia y, por lo tanto, a permanecer de baja durante un tiempo.

Sin embargo, posteriormente esta situación fue revisada y se decidió que era apta para volver a trabajar. La paciente, por su parte, defendió que presentaba dolores generalizados en 18 puntos, siendo diagnosticada de fibromialgia, una enfermedad por la que no se suelen dar bajas y menos permanentes.

De hecho, el INSS defendió que la paciente había experimentado una importante mejoría tras haber superado el cáncer que le afectaba, por lo que la administración consideraba que no había otras limitaciones que las relativas a la realización de actividades que requirieran esfuerzo físico. De esta manera, el Instituto consideraba que a su juicio la fibromialgia no debía ser razón para otorgarle una incapacidad permanente total.

Hasta ahora otros fallos judiciales como el emitido por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares apuntaban que esta enfermedad crónica, “no siempre influye de modo parejo sobre la aptitud para realizar el trabajo y puede por ende resultar invalidante o no serlo”. Se consideraba que desde el punto de vista jurídico el dolor, “es un síntoma subjetivo cuya correcta valoración obliga a recurrir a factores que proporcionan información útil sobre sus características, como son los tratamientos para mitigarlo y el resultado obtenido, la presencia de síntomas asociados, indicativos de una especial severidad, el historial médico y demás”.

Hasta ahora era necesario contar con un mínimo de once puntos de dolor objetivados para poder sentenciar que una persona sufría de esta enfermedad. En el caso de C.I.H.C. se llegaron a identificar hasta 18, por lo que el Juzgado consideró que debía de recibir una baja permanente por incapacidad total.

Trastorno de glándulas suprarrenales, causa principal de fátiga crónica

El trastorno de las glándulas suprarrenales es el principal motivo de la fatiga crónica, según los resultados de una investigación llevada a cabo por los expertos australianos.

Los investigadores han encontrado que la causa del síndrome de fatiga crónica es la disfunción y trastorno de las glándulas suprarrenales.El síndrome de fatiga crónica es una de las enfermedades más comunes que actualmente afecta a las sociedades humanas. Los síntomas son normalmente el dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares, trastornos neurológicos, aumento de peso, dolor de garganta, dolor en las articulaciones y fatiga.Este síndrome puede ocurrir por diferentes motivos, aunque la infección viral es la razón más importante.La mayoría de los expertos opinan que este síndrome tiene una relación directa con la debilidad del sistema inmunológico del cuerpo del ser humano.

En las investigaciones realizadas por la Universidad de Ciencias Médicas de Australia, se halló que la disfunción de las glándulas suprarrenales es una causa principal de la fatiga crónica.

Estas glándulas tienen el deber de regular el azúcar de la sangre, producción de hormonas de adrenalina y cortisol, y posibilitan nuestra reacción rápida en las situaciones de estrés.

Las pruebas de esfuerzo podrían resultar útiles en el síndrome de fatiga crónica

Las pruebas de esfuerzo facilitan la valoración del grado de afectación de los pacientes diagnosticados de encefalomielitis miálgica –es decir, del síndrome de fatiga crónica–. Así lo confirma un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Alfonso X el Sabio y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

En palabras de la doctora Elena Jiménez, co-autora de la investigación, “el objetivo del estudio era evaluar la importancia que puede tener el empleo de la prueba de esfuerzo para ayudar a los pacientes no solo en suclasificación según su grado de afectación, sino también en su seguimiento y valoración tras someterse a tratamiento”.

Clasificación y seguimiento

El síndrome de fatiga crónica, trastorno de origen desconocido y difícil diagnóstico, es consecuencia de múltiples factores entre los que cabe destacar, según las hipótesis más aceptadas en la actualidad, las alteraciones inmunológicas y las enfermedades infecciosas. Sea como fuere, y entre otras características, el síndrome cursa con una capacidad reducida para el ejercicio y un empeoramiento tras un esfuerzo, situaciones que interfieren notablemente en la vida diaria de los afectados.

Sin embargo, y si bien las pruebas de esfuerzo se emplean para la valoración del estado de los pacientes con enfermedades cardiovasculares o respiratorias, “su uso no está consideradoen el caso de los pacientes con encefalomielitis miálgica”, recuerda la doctora Jiménez.

Así, y entre otros resultados, la investigación aconseja realizar cuando menos dos pruebas de esfuerzo a los pacientes afectados, con un intervalo de tiempo entre ambas de más de 24 horas, con objeto de confirmar, junto a otros síntomas asociados, la presentación del síndrome de fatiga crónica y su grado. A ellas se aunaría una tercera prueba de carácter periódico para elseguimiento de la enfermedad.

No incremento del lactato en sangre

En este contexto, cabe destacar que el estudio ha revelado la ausencia de un incremento de la concentración de lactato en sangre en las pacientes sometidas a dos pruebas de esfuerzo consecutivas.

Como recuerdan los autores, “el lactato es un compuesto químico que se produce continuamente en el organismo, muy especialmente todo durante el ejercicio. Un compuesto cuya concentración aumenta cuando la demanda de energía en los tejidos supera ladisponibilidad de oxígeno en sangre”.

Sin embargo, en las mujeres con fatiga crónica se ha observado un comportamiento diferentedel lactato, razón por la que los investigadores aconsejan “un estudio más profuso del comportamiento de este compuesto en el metabolismo de las pacientes afectadas por esta enfermedad”.

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