Salud revisa la atención de pacientes con fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química

Salud revisa la atención de pacientes con fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química

La Conselleria de Salud de la Generalitat ha revisado el modelo de atención a los pacientes con fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química múltiple, todos ellos síndromes de sensibilización central (SCC), con el objetivo de “dar una mejor respuesta” a sus necesidades.    Según ha explicado el departamento que lidera Boi Ruiz en un comunicado este lunes, las 16 Unidades Hospitalarias Especializadas (UHE) que atienden a estos pacientes “han generado grados de satisfacción muy …

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Sevilla. Salud edita una guía con ejercicios para personas con fibromialgia que contribuye a mejorar su movilidad

Las personas afectadas por fibromialgia disponen de una guía específica con programas de ejercicio que contribuyen a mejorar su movilidad. La guía, elaborada por profesorado de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, en colaboración con profesionales sanitarios, recoge de forma precisa qué modalidades y características de actividad física con beneficiosas para las personas afectadas de fibromialgia. La fibromialgia es un síndrome de etiología desconocida, caracterizada por un estado de dolor crónico y generalizado, que presenta una elevada comorbilidad y afecta a la calidad de vida de las personas que la padecen. Además, y según una nota de prensa, la fatiga es un síntoma muy frecuente en esta enfermedad. Esta guía, disponible en la web de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, dentro del Plan para la Promoción de la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada (Pafae) (www.juntadeandalucia.es/salud/pafae), permitirá a los profesionales sanitarios y de la actividad física conocer y aconsejar qué tipo de actividad es beneficiosa para las personas con fibromialgia. El documento ofrece 30 sesiones de ejercicios a realizar en seco y 30 sesiones para realizar en agua, y se completa con varios anexos con ejercicios para mejorar la movilidad articular, realizar estiramientos en agua y en seco, cuatro circuitos de ejercicios de articulaciones, e indicaciones sobre cómo levantarse del suelo desde la posición de tumbado. La práctica de actividad física en personas afectadas por fibromialgia produce los mismos efectos que en los individuos sanos. En este sentido, mejora de la función cardiorrespiratoria, reduce los factores de riesgo de enfermedad coronaria, disminuye la mortalidad y morbilidad cardiovascular y mejora de la función psicosocial. Asimismo, produce un incremento de la fuerza muscular y movilidad articular y mejoras en el equilibrio y control postural, facilitando una mejor capacidad funcional para el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana. Respecto a los efectos del ejercicio físico sobre los síntomas propios de la enfermedad, la Sociedad Española de Reumatología afirma que el ejercicio físico aeróbico produce mejorías en el dolor, la salud mental en términos generales, el grado de ansiedad y el impacto global de la fibromialgia en la vida de la enferma. Atención a la fibromialgia El abordaje de la fibromialgia se realiza desde el sistema sanitario público andaluz con una perspectiva multidisciplinar entre los servicios de Atención Primaria y Especializada, tal y como queda recogido en el proceso asistencial de fibromialgia, un documento que tiene por objetivo reducir la variabilidad en la práctica clínica y facilitar el conocimiento de aquellos aspectos asistenciales de los que actualmente dispone para el tratamiento de esta enfermedad. Los procesos asistenciales se organizan en función de las claves necesarias para atender adecuadamente la enfermedad en el sentido de que plantea el quién, cómo, cuándo y dónde pueden ser atendidos los pacientes con la mayor eficacia posible. En este sentido, el proceso de fibromialgia establece las normas de calidad y los criterios diagnósticos que deben seguir los médicos de familia y los correspondientes criterios de derivación a otros especialistas para el abordaje específico de la situación clínica. Este modelo de organización garantiza la accesibilidad de los pacientes a los servicios sanitarios y favorece la continuidad asistencial gracias a la coordinación existente entre los servicios de Atención Primaria y Especializada.

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Hallan evidencias de que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad biológica y no psicológica

A menudo, la gente que sufre el síndrome de fatiga crónica afronta diagnósticos incorrectos de su dolencia, o incluso sospechas de padecer simplemente hipocondría (preocupación constante y obsesiva por su salud), ser unos quejicas, o hasta fingir malestar para lograr que el médico les firme bajas laborales. En muchas ocasiones, la gente con este trastorno tiene que efectuar un largo peregrinaje por el circuito de la sanidad antes de poder recibir un diagnóstico acertado de síndrome de fatiga crónica.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad Columbia en la ciudad de Nueva York aporta evidencias contundentes de que el síndrome de fatiga crónica, padecido por millones de personas, es una enfermedad biológica. El estudio se suma así a algunos otros que últimamente han aportado pruebas de que esta afección no tiene nada que ver con la hipocondría ni tiene por qué ser fingida.

El equipo de la Dra. Mady Hornig ha identificado cambios distintivos en el sistema inmunitario de pacientes diagnosticados con dicho síndrome. Los hallazgos podrían ayudar a mejorar la diagnosis y la identificación de las opciones de tratamiento más adecuadas para este trastorno incapacitante, cuyos síntomas abarcan desde la fatiga extrema y la dificultad a la hora de concentrarse, hasta jaquecas y dolores musculares.

Estas “firmas” inmunitarias representan la primera evidencia física robusta de que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad biológica y no un trastorno psicológico, y la primera prueba de que tiene etapas diferentes.

Los investigadores midieron los niveles de 51 biomarcadores inmunitarios en muestras de plasma sanguíneo recogidas de un total de 298 pacientes con el síndrome y de 348 individuos sanos (grupo de control).

En pacientes que padecían la enfermedad desde hacía tres o menos años, el equipo de la Dra. Hornig halló patrones específicos que no estaban presentes en los sujetos del grupo de control o en pacientes que la habían sufrido durante más de tres años. Los pacientes con menor tiempo padeciendo la dolencia tenían cantidades elevadas de muchos tipos diferentes de moléculas inmunitarias llamadas citoquinas. La asociación era anormalmente fuerte con una citoquina llamada interferón gamma, que ha sido relacionada con la fatiga que sigue a muchas infecciones víricas, incluyendo la provocada por el virus de Epstein-Barr, causante de mononucleosis infecciosa. Los niveles de citoquina no se explicaban por la severidad de los síntomas.

 

El estudio apoya la idea de que el síndrome de fatiga crónica podría reflejar un episodio infeccioso que deja secuelas de largo plazo. Una situación sospechosamente muy común entre los pacientes de síndrome de fatiga crónica es la de ponerse enfermos, a veces de mononucleosis infecciosa (virus de Epstein-Barr), y desde entonces no lograr recuperarse plenamente en cuanto a la sensación de debilidad y fatiga.

 

La nueva investigación sugiere que estas infecciones interfieren en la habilidad del sistema inmunitario de tranquilizarse después de una infección aguda y retornar así a un estado normal de paz; la respuesta inmunológica se comporta como un coche con una marcha rápida atascada. Parece que los pacientes del síndrome de fatiga crónica se ven inundados con citoquinas hasta que, tras unos tres años, el sistema inmunitario muestra evidencias de agotamiento y los niveles de citoquinas caen.

 

Tal como plantea la Dra. Hornig, un diagnóstico temprano podría proporcionar oportunidades especiales de tratamiento que probablemente se diferenciarán de las disponibles para las fases tardías de la enfermedad.

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