El cansancio y debilidad son síntomas de la infección de este nuevo virus que se pueden prolongar en el tiempo incluso cuando la PCR da negativo
Cada vez tenemos más información de la enfermedad causada por el coronavirus y los síntomas asociados a la Covid-19. Por ejemplo, sabemos que los pacientes con manifestaciones severas de la infección pueden acabar desarrollando secuelas como trombos o problemas respiratorios, entre otros. También es frecuente que las personas que sufren la patología manifiesten que no acaban de reponerse ‘del todo’ del cansancio y la debilidad que les ha producido el SARS-CoV-2. De ahí que se sospeche que pueda ser una secuela más de la infección viral. Así lo indica el doctor José Vigaray Conde, director médico de Blue Health Care y de Inmunomet, quien remarca como principales secuelas postvirales las respiratorias, cardiovasculares, digestivas y “un aumento del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) como consecuencia de la Covid-19”.
La doctora Ana María García Quintana, internista y experta en SFC, también alerta del riesgo: “la fatiga postviral es una respuesta normal del organismo, aunque si se extiende en el tiempo, digamos 6 meses, estaríamos hablando de un SFC”. En el sentido opuesto, “por el hecho de padecer una de estas patologías, los afectados no son una población especialmente de riesgo” de cara contraer la Covid-19.
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¿Cuáles son los síntomas?
Como su nombre indica, la fatiga crónica es un estado de cansancio y debilidad permanente, que interfiere en las actividades cotidianas y que no desaparece con el reposo.
Los síntomas de esta patología pueden variar en intensidad. Además, también pueden cambiar a lo largo del tiempo. Es decir, hay personas que tienen momentos en los que el cansancio y la debilidad es mayor y otros en los que pueden realizar una vida más normal. Por otro lado, los síntomas de la fatiga crónica pueden empeorar cuando se realiza un esfuerzo físico o mental.
Estas son las señales más comunes que nos pueden hacer sospechar de su presencia:
- Problemas de memoria o dificultad para la concentración.
- Dolores generalizados no atribuibles a otras causas.
- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
- Dolor de garganta.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
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¿Cuál es la causa de la fatiga cronica?
No se sabe qué causa esta patología. Pero sí se ha visto que pueden ser distintos los motivos que la desencadenen. Por ejemplo, se sospecha que la infección por algunos virus, como es el caso del coronavirus, pueden propiciar su aparición. También se piensa que los trastornos hormonales, así como problemas en el sistema inmunitario podría hacer que se desarrolle el síndrome de fatiga crónica.
Otros factores de riesgo de esta patología son:
- Sexo: ser mujer aumenta el riesgo de sufrirla, pues se ha visto que un amplio porcentaje de los pacientes son mujeres.
- Edad: aunque puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente entre los 40 y los 60 años.
- Trastornos del ánimo: el estrés o la ansiedad mantenidos en el tiempo puede generarla.
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¿Cómo se diagnostica la fatiga crónica?
No existe una prueba definitiva que diagnostique la enfermedad. De hecho, el diagnóstico suele ser por descarte. Es decir, habiendo realizado otras pruebas que no confirmen otra enfermedad, el médico, atendiendo a los síntomas que manifiesta el paciente, puede concluir que se trata de fatiga crónica.
Los expertos de mediQuo, por ello, recomiendan hacer una entrevista clínica completa para conocer los síntomas, su aparición, evolución y antecedentes personales y familiares cuando una personas refiere sentir un cansancio que le impide desarrollar su vida con normalidad y que este no cesa. También es necesario realizar una exploración física exhaustiva y es probable que se soliciten pruebas de laboratorio y de imagen para descartar otras patologías que pueden cursar con síntomas similares.
En el momento en que quedan descartadas otras enfermedades, y si la sintomatología es compatible con el síndrome de fatiga crónica, es cuando se puede confirmar el diagnóstico.
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Tratamiento de la fatiga crónica
Según los especialistas de mediQuo, no hay un tratamiento curativo para la fatiga crónica, pero sí hay paliativos, es decir, abordajes que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Tampoco hay tratamientos médicos que hayan demostrado funcionar al 100%, por lo que es habitual que el médico del paciente vaya rotando hasta encontrar la mejor opción.
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Recomendaciones para pacientes con fatiga crónica
Los expertos de mediQuo indican que un cambio en el estilo de vida puede ayudara las personas afectadas a mejorar su calidad de vida. Estos son los consejos que nos ofrecen los especialistas:
- Se recomienda aumentar el consumo de frutas, verduras, hidratos de carbono complejos (cereales enteros, legumbres), pescado azul y beber unos 2 litros de agua al día.
- Los productos deben ser frescos, naturales y en la medida de lo posible, evitar los precocinados.
- Debe evitarse el consumo de alcohol.
- También se recomienda reducir en la medida de lo posible la sal para evitar la retención de líquidos y y la hinchazón. Los alimentos ya contienen sodio por lo que hay que evitar utilizarla en las comidas.
- No se recomiendan algunos alimentos ricos en oxalatos, por ejemplo, las espinacas, la acelga o la remolacha.
- La carne roja debería sustituirse por carne magra.
- Es importante aprender a comer con menos grasas saturadas.
- La cafeína u otros estimulantes también deben reducirse o evitarse.