Hemos escuchado mucho acerca de la relación entre los bajos niveles de serotonina y la fibromialgia (FM) y el síndrome de fatiga crónica (SFC), y por lo general se trata de su función como neurotransmisor (mensajero químico en el cerebro). La actividad de la serotonina se produce en varias áreas del cerebro, que la usan de manera diferente, y contienen diferentes juegos de receptores que también influyen en cómo se utiliza. Sin embargo, la serotonina también se ocupa del resto del cuerpo como una hormona, y se cree que la desregulación de la serotonina en todo el cuerpo contribuye a muchos de nuestros síntomas y enfermedades concomitantes.
El nombre de serotonina se deriva de sus primeras funciones descubiertas, que consiste en estrechar los vasos sanguíneos; ?sero? viene de ?suero?, que es un componente de la sangre. Irregularidades en el flujo sanguíneo se han observado en estas dos condiciones:
En la FM, las investigaciones muestran patrones anormales de flujo sanguíneo en el cerebro, con más de lo normal en algunas zonas y menos de lo normal en otras. No sabemos los efectos concretos de esto, pero los investigadores saben que el flujo de sangre tiene un impacto significativo en la función cerebral.
También en la FM, algunos investigadores teorizan que los horribles dolores de quemazón que sentimos se deben a la isquemia (deterioro del flujo sanguíneo), que básicamente significa que el área “se duerme” y luego que regresa la sangre, se sienten como piquetes de alfileres y agujas dolorosas, a medida se recobra la sensación en el área.
En el SFC y en menor grado en la FM, algunas investigaciones han demostrado bajo volumen sanguíneo, lo que deja a las células hambrientas por oxígeno y nutrientes. Imagina estar a mucha altura, luchando por recuperar el aliento luego de pasar todo el día sin comer. Eso es lo que le puede estar pasando a cada célula de tu cuerpo.
En este momento no disponemos de una investigación específica sobre la posible relación entre la disfunción de la serotonina y esas irregularidades, pero ciertamente es una conexión que parece lógica.
La relación de la serotonina con la fibromialgia no se entiende completamente, pero parece ser bastante sencilla. No así para el SFC. Esta es un área donde hay que investigar las condiciones por separado.
Fibromialgia y Serotonina
Uno de los hallazgos más consistentes en la FM son los bajos niveles de serotonina. Es posible que nuestros cuerpos no produzcan suficiente, o que no hagan uso correcto de ella, o pueden ser ambos casos. Muchos de nosotros somos ayudados por el suplemento 5-HTP (triptófano), que nuestro cuerpo utiliza para crear serotonina. Otros somos ayudados por alimentos que incrementan el nivel de serotonina. La mayoría de los medicamentos utilizados para tratarnos, cambian la forma en que nuestro cerebro utiliza la serotonina, con el fin de hacerla más disponible.
El bajo nivel de serotonina también está relacionado con la migraña, que se considera una condición relacionada a la FM. En las migrañas, la baja serotonina hace que los vasos sanguíneos se dilaten mucho, lo que causa inflamación en los tejidos circundantes. Eso produce mucha presión y resulta en un dolor punzante. El dolor de la FM no es exactamente el mismo que el dolor de una migraña, pero se cree que mecanismos similares podrían estar implicados.
Entonces considera esto – todos tenemos un conjunto secundario de nervios en nuestros vasos sanguíneos y glándulas sudoríparas que se ocupan principalmente del volumen de sangre y el sudor. La investigación publicada a finales de 2009 reveló que, al menos en algunas personas, estos nervios también parecen transmitir información sobre la temperatura. Los investigadores presumen que estos nervios, a menudo ignorados, pueden desempeñar un papel en las condiciones de dolor, incluyendo la FM y la migraña. Tiene mucho sentido, ya que tenemos problemas de flujo sanguíneo, sudoración excesiva, además de sensibilidad a la temperatura y una mayor respuesta al dolor. La hipersensibilidad en los nervios también podría explicar por qué la isquemia puede conducir a un dolor tan intenso.
Síndrome de Fatiga Crónica y Serotonina
La creencia común es que, al igual que la FM, el SFC implica bajos niveles de serotonina. Los síntomas son consistentes. El hecho de que los tratamientos que afectan la serotonina funcionan en algunas personas con esta afección también sirve de apoyo. Sin embargo, no es tan simple. De hecho, la investigación del papel de la serotonina en esta condición es suficiente para provocar un cortocircuito en cada una de tus células cerebrales.
Tenemos algunas pruebas que demuestran que el sistema de producción de la serotonina está sobrecargado y algunos muestra dos subgrupos basados en función de la serotonina – uno con altos niveles y otro con niveles normales. Uno podría pensar que al menos para el primer subgrupo, sería necesario bajar los niveles de serotonina. Como de costumbre, el SFC suele desafiar a la lógica.
Eso es porque también tenemos evidencias que muestran débiles señales de transmisión relacionadas con la serotonina en el sistema nervioso central. La condición parece mostrar una producción hiperactiva, pero un bajo funcionamiento.
Está el cuerpo produciendo más serotonina para compensar una deficiencia en su uso, como un diabético tipo 2 que necesita insulina adicional para continuar el funcionamiento normal? Si es así, hay algunas áreas inundadas con serotonina, mientras que otros están privadas de ella? ¿Será que el exceso de serotonina está restringiendo los vasos sanguíneos y la sangre no puede moverse correctamente? Aún no tenemos respuestas, y la investigación ser confusa por la falta de subgrupos adecuados y coherente, a pesar de que la investigación sugiere que existen subgrupos existen y son muy diferentes unos de otros. Esto ciertamente podría explicar las diferencias en cómo las personas con SFC reaccionan a los tratamientos que afectan la serotonina.
¿Que significa todo esto?
Se sabe que la deficiencia de serotonina se asocia con muchos síntomas físicos y psicológicos. Algunos ejemplos de síntomas físicos incluyen: fatiga (a pesar de un descanso adecuado), trastornos del sueño, cambios en el apetito, sofocos y cambios de temperatura y dolores de cabeza. Ejemplos de síntomas psicológicos incluyen: cambios en la libido, trastornos del estado de ánimo, depresión e irritabilidad. Y cuando los niveles de serotonina son extremadamente bajos, los síntomas adicionales pueden incluir: calambres musculares, problemas del intestino y la vejiga, procesos de pensamiento rápido e incontrolable, entumecimiento emocional, estallidos emocionales o arrebatos, fantasías de escape, memoria torturante (insistir en revivir experiencias traumáticas), pensamientos de hacerse daño a sí mismo o a otros.
La conclusión es que, de alguna manera, la mayoría de nosotros tenemos una desregulación de serotonina de algún tipo, y parece probable que contribuya a las anormalidades del flujo sanguíneo que puede causar una variedad de nuestros síntomas. Esto es algo a tener en cuenta al momento de sopesar los efectos de los tratamientos, ya que para nosotros es realmente la única manera de aprender sobre nuestros grados individuales de desregulación de la serotonina.
¿Te han tratado por irregularidades en el flujo sanguíneo o el volumen de sangre? ¿Te ayudó? ¿Tu médico alguna vez mencionó el posible papel de la serotonina? ¿Los tratamientos que afectan la serotonina te han ayudado con tus síntomas relacionados con el flujo sanguíneo? Este es un tema muy nuevo, así que déjanos tus comentarios a continuación!