Cuando has pasado un Trastorno de la Conducta Alimentaria, la idea de perfección y la imagen de la mujer 10 están en la mente muy presentes. Tan presentes que das por hecho muchos automatismos que nunca había cuestionado.
Y entonces volvió a aparecer la “Barbie”
Cuando ya pensaba que la idea de perfección de la mujer me tocaba un pelín más lejos, la realidad de hasta que punto estoy atada me volvió a zarandear. Si pensamos en el ideal de mujer que nos han vendido… ¿Qué aparece? Además de las medidas 90-60-90 que nos han impuesto y que tras pasar un TCA he aprendido que son una construcción social, hay otros aspectos como un saber estar, una personalidad concreta, una piel lisa sin pelos y ultradepilada, un cabello sin canas y una CARA concreta… Una cara sin imperfecciones como pueden ser granitos, marcas, pecas o cualquier atributo que se aleje de lo que debería ser una piel lisa. Unos labios carnosos, una mirada penetrante con pestañas bien subiditas… En fin, unos cánones que hacen que el género femenino esté condicionado y coartado a tener pelos, arrugas, canas, granos… Condicionantes que no se aplican al género masculino.
Y en mi raciocinio ésa cara y esos atributos se trasladaban a un equivalente: “estar guapa”. Todo lo que se alejara de ésa realidad significaba sentirme más lejos de ésa perfección que me había montado en mi cabeza.
Desde mi proyecto de Desnúdate, decidimos mi socia y yo hacer un reto para demostrarnos que no éramos esclavas de ésa imagen que nos habían vendido. Nos planteamos hacer 30 días sin maquillaje. Un reto muy fácil.. ¿verdad?
¡Pues no! Tampoco soy yo de maquillarme muchísimo sinceramente… Lo que sería un antiojeras, algo de colorete, un poco de rimmel y en ocasiones algo de color en los labios. Pero esos pequeños retoques hacían que me sintiera segura ante la vida. Si tenía una reunión, me maquillaba. Si salía con mis amigas, me maquillaba. Si iba a un concierto, me maquillaba. Si salía con mi chico, también me maquillaba. Y realmente me sentía diferente, me hacía ser la persona que quería ser.
El reto
Realmente esto que os cuento me doy cuenta una vez llevo ya 23 días sin maquillarme, que me ha dado tiempo a reflexionar sobre en qué situaciones utilizaba el maquillaje y qué me proporcionaba. Y os voy a hacer un resumen por semanas para que veáis mi evolución:
Semana 1
Me costaba acostumbrarme a mi cara al natural las 24 horas del día. Pasaba del espejo para no tener que deprimirme.
Semana 2
Descubrí que mi piel era más grasa de lo habitual, que las ojeras habían sido un mito que me había generado para maquillarme y que no parecía cansada sin maquillaje. Me justificaba constantemente ante la gente diciendo que si me veían diferente o “más fea” era por un reto que estaba haciendo sin maquillaje. Lo gritaba a los cuatro vientos para no exponerme a los posibles comentarios de “uy pareces cansada” o “que mala cara tienes“.
Además, salí de fiesta sin maquillar.
Semana 3
Me empiezo a reconciliar con mi cara. Empiezo a verme guapa y favorecida. Empiezo a no necesitar el maquillaje y me olvido en ocasiones de ello. Volví a salir de fiesta sin maquillar y ni me lo planteé, ni me quejé por ello. Empecé a descubrir las ventajas de no perder 10-15 minutos cada día de mi vida en el ritual del maquillaje.
Es más, mi mayor revelación ha sido darme cuenta que no nos maquillamos para vernos mejor a nosotras mismas sino para gustar a los demás. Y evidentemente para encajar con ése ideal de belleza que nos han impuesto, con cara sin imperfección, coloretes sonrosados, ojos penetrantes y labios carnosos y suculentos. Una imagen destinada al publico masculino e impuesta por el heteropatriarcado y el machismo.
Dicho esto, a día de hoy no os puedo decir que vaya a dejar de maquillarme, pero no dominará ni condicionará mis comportamientos o mi día. Y seré consciente de dónde viene y porqué lo hago. Sabiendo que una parte de mí también soy eso, me gusta gustar y forma parte de mi personalidad.
Evidentemente la cuarta semana consistirá en disfrutar de mi nueva imagen, sin máscaras.
Noemí Conde
Cofundadora de Desnúdate Autoestima Corporal
Foto de: http://www.refinery29.com/plastic-bodies-photo-series?bucketed=true