Aún más Bella

Aún más bella

A veces demasiado exigente, pero siempre dulce.

Cuidadosa, sin caer en manías. Nostálgica, soñadora.

¿Alocada? Claro, pero también reponsable. Valiente, muy valiente.

Generosa, mucho, sobre todo cuando se lo merecen.

Educada y natural, sin protocolos, sincera y femenina sólo a veces, la mayoría amante incondicional del chándal.

Culta, no pedante. Ávida de experiencias, superviviente de múltiples batacazos… siempre rodeada de gente, eso sí, bajo la condición de nunca dejarme de lado.

Preciosa, bajita, con el pelo corto y todo en su sitio (de momento –también lo del pelo-), de figura menuda. Bella. Aún más que antes. Bella. Bella. Bella.

Lo que me siento es abrumada por un sentimiento de liberación. ¿Quién iba a decirme, años atrás, que sería capaz de mirarme al espejo y ver mucho más allá de mi falta o exceso de curvas? De ponerme un buen vestido, o qué diablos, uno que a mí me guste y ya está, que para eso me lo pongo y no para hacer las delicias de los demás. ¿No? Y si [introducir nombre] se fija en mí y admira lo bien que me queda, le diría que no se hace a la idea de la cantidad de cosas que le quedan por descubrir si finalmente se decide a invitarme a un cafè.

Y así enfilo la calle. Con un vestido con el que me siento de lo más cómoda, mi favorito. Convencida de que éste será un buen día y de que soy capaz de hacer todo lo que me proponga. Me he recompuesto y he salido victoriosa, dejé de mirarme desde abajo y de condenarme a vivir en un mundo en el que no encajaba ni encajaría jamás. He aprendido que no solo es más útil invertir mis energías en averiguar mi papel en él, sino bastante más gratificante. Ésta es mi mejor versión, por el momento. Haga lo que haga, tengo la sensación de que siempre queda algo por hacer.

Clara