Grans grans de sorra

Anna Riera, la adolescente catalana que desafía al imperio de Amancio Ortega

06/03/2016 10:20

“Departamento de Marketing de Inditex: No más maniquíes anoréxicos”. Es uno de los mensajes contundes con los que la joven de 18 años Anna Riera pretende plantar cara al imperio de Amancio Ortega y a su grupo textil Inditex para que tenga en cuenta las medidas de las chicas de todo tipo. La chica de Matapedera capitanea un par de solicitudes a través del portal Change.org solicitando a la empresa dos temas relacionados con las tallas de la ropa que comercializa. La primera de ellas es para que Inditex elimine un par de “maniquís anoréxicos” de una tienda de Terrassa (algo que finalmente consiguió), mientras que en la segunda pide que Zara incluya en sus tiendas tallas más grandes que se adapten a las diferentes medidas de las chicas. Su iniciativa se ha hecho mediática, algo que, según confiesa la chica a nuestra redacción, le ha sorprendido gratamente, aunque se siente “orgullosa de poder ayudar a las chicas que se hayan visto afectadas por los maniquíes o por las medidas de las tallas”.

Dos cruzadas que, para Anna, se resumen en esta simple declaración de intenciones: “Quiero concienciar a la gente joven de cómo nos afecta esto, y hacer ver que el hecho de que no haya tallas para todo el mundo es discriminatorio”. Riera desafió al universo Ortega el pasado mes de noviembre, cuando pidió que se retiraran unos raquíticos maniquíes que, según su parecer, parecían anoréxicos. Su solicitud tuvo 100.000 firmas de apoyo, e Inditex reaccionó eliminando las dos figuras. No ha tenido tanta suerte con su segunda petición, la que tiene que ver con la diversidad de tallas, y por la que todavía no ha obtenido respuesta de la firma, a pesar de que su solicitud ya ha superado las 66.000 firmas.

“Si quieres cambiar algo, debes empezar por algo pequeño”, asegura la joven que, a pesar de no conocer en persona a Amancio Ortega, no tiene problemas en plantar cara a una compañía que factura cientos de millones de cada año. Anna Riera, al contrario de los que se puede pensar, no tiene problemas de peso, aunque se identifica plenamente con las chicas o mujeres que sí los tienen, y que para ellas ir a comprar ropa es algo más que un suplicio. En su particular cruzada también ha sumado el apoyo de sus padres, a los que les parece genial que su hija haya tomado la iniciativa en un tema social tan sensible como este. “Ver a amigas con un potencial tremendo afectadas porque les quedan apretados los pantalones es tremendo, yo hace dos años que no me peso porque no quiero que me definan por los kilos que tengo”, asegura la joven en una de las muchas entrevistas que ha hecho estos días para medios que se han preocupado por difundir su historia.

En su última petición, Anna, que actualmente estudia psicología, invita a una empresa como Zara, con 2.085 tiendas por todo el mundo, a tener en cuenta esta reflexión: “Deberíamos empezar a diseñar para personas, no para estereotipos. Deberíamos dejar de etiquetarnos y discriminarnos porque la ropa no la llevamos según nuestro propio físico, sino según nuestra personalidad”. La joven considera que esta y otras marcas de moda en el día a día de muchas jóvenes “crean un ideal de belleza inhumano”. La petición de la adolescente catalana coincide en el momento en el que Amancio Ortega ha superado al mexicano Carlos Slim (ahora cuarto) en la lista de personas más ricas del mundo que cada año elabora la revista Forbes. Ortega es, según este indicador, el segundo hombre más rico del mundo con un patrimonio de 61.500 millones de dólares, sólo superado por el fundador de Microsoft, Bill Gates.

 

Aquesta setmana l’Anna Riera ha estat noticia a la premsa. Un gra de sorra que fa trontollar muralles i remou consciències. De tot el que he llegit a l’article em quedo amb dues coses, la primera que és que ens enfrontem a un tità que són els diners, i no només d’una empresa tèxtil d’un senyor de León. Pensem un moment en la indústria que hi ha darrera la tirania del control del pes i l’imatge: gimnasos, centres d’estètica, de bronzejat, aliments amb i sense, cremes, farmacèutiques amb mil productes estrella, maquinària per vendre a domicili per enfortir, literatura barata, webs..miris on miris és allà. La segona, “Si quieres cambiar algo, debes empezar por algo pequeño” i què tens més al teu abast que el sentit comú i el dret a decidir? Tria on comprar la roba i deixa, primer de tot, d’influenciar-te pel bombardeig de la publicitat i de les marques, el que hi ha d’autèntic és assota, ets tu! Els miracles en forma de crema no existeixen i d’altra banda tampoc et faran sentir millor amb tu mateixa perquè el problema està en el teu interior, no en la capa que l’envolta. Tu tries també quins són els teus hàbits i els de la teva familia quan omples la nevera i t’hauries de plantejar si et convé mantenir econòmicament la indústria dels productes desnaturalitzats 0% que ja t’exerceixen una pressió incòmoda i diària i no t’aporten cap benefici a la teva salut per molt que prometin.

Aquest és el meu gra de sorra. Podem fer més del que ens pensem si d’una vegada i entre tots deixem de mirar cap on ens diuen que hem de mirar.

Ester

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