Me avergonzaba de quien era, aunque en realidad no sabia quien era. No era posible conocerme porque ella se había hecho ocupa de mi cuerpo y de mi mente.
Andaba, pero sin ninguna meta, con muchos horizontes abiertos pero sin saber nunca cual elegir. Me dejaba llevar por la corriente del mar, las olas decidían por donde ir en cada momento, mientras, ella se apoderaba más de mí, y yo, me iba haciendo pedacitos. Quería hacer un mogollón de cosas pero no me veía capaz de alcanzar mis objetivos. Pensaba que no podía conseguirlo, así que me encerraba en mi misma, machacando-me y acariciando-la. Todo mi automaltrato, sin saberlo, la alimentaba para que ella tuviera más fuerza y más poder sobre mí.
Pero en alguna aurora me iluminó un rayo de sol, de esos que son pura energía. Pude ver esa luz, la luz de que yo era bella, podía quererme, acariciarme, mi cuerpo me estaba acunando y yo debía cuidarlo y mimarlo para poder así fijarme en mis verdaderos objetivos y poder conseguirlo. Y hoy, una vez que he conseguido mi mayor meta que era algo que pensaba y deseaba con todas mis fuerzas, tener mi propia familia; entiendo que he sido importante para mi padre aunque no lo sepa demostrar, lo he sido. Y lo soy para mi hermana y ahora lo soy para mi marido y para mis hijos, tan importante soy yo para ellos cómo ellos para mi. Cada una o uno de nosotros o nosotras somos IMPORTANTES, solamente por el hecho de existir ya lo somos, pero si buscas en tu interior encontrarás a lo más valioso; TÚ!
Si cuidas tu mente, haces desaparecer a la ocupa que tienes habitando tu cuerpo y tu mente, que puedes hacerlo, te prometo que llegara tu momento de felicidad. Que ningún miedo podrá contigo porque eres fuerte, aunque puede que en estos momentos no lo sepas.
Melodi