Recuérdame aquellos veranos, recuérdame aquellas situaciones dónde escondía mi cuerpo con camisetas, recuérdame dónde el verano es la peor estación del año. Porque si lo olvido es importante que me lo hagas recordar, porque lo pasé mal, yo fui aquella chica que pensaba que nunca podría decir que soy feliz así tal cual, sólo acompañado de aquellas personas que quiero y me quieren bien. Sí fui esa chica, y ahora soy yo, pero soy tal cual por todo lo que he vivido, por todo lo que el destino me tenía preparado, creceré aprenderé.
Y ahora soy YO, una chica Empoderada, que me siento y soy. Tengo mis puntos débiles, mis “fallos” pero no me arrepiento de ser quien soy. He aprendido a quererme tal y cómo soy porque cada persona tiene esa esencia que la hace única y especial. No os engañaré, me quiero y me quiero mucho aunque a veces deba recordarme lo valioso que es mi cuerpo, mi cuerpo ha aguantado mis peores momentos, y los mejores momentos dando vida a dos personitas, y sigue aquí. Con cambios evidentes, pero es que cada trocito de mi cuerpo me recuerda una etapa de mi vida, el vientre a la maternidad, los pechos a la alimentación que les di a mis hijos además de ser una parte sexual, mis brazos me recuerdan al sexo; los abrazos, los pies me recuerdan que cada día sigo caminando hacia mis metas y mi horizonte, mi cara me recuerda a mi a todas las situaciones vividas, la espalda me recuerda a mi infancia dónde la felicidad brillaba por su ausencia e intentaba ponérmelo todo en la espalda… por ese motivo doy gracias a todo mi cuerpo por ser y estar como es y está. Voy a quererlo, mimarlo y no lo voy a esconder, porque mi cuerpo me define, puedo querer modificar alguna parte pero sin obsesiones, sin romperme la cabeza ni el corazón por ello, lo escucharé para darle todo aquello que necesita.
A día de hoy escribiendo en el patio de nuestra casa, disfrutando del buen tiempo e inspirándome gracias a las risas y gritos de mis hijos puedo decir orgullosa que a día de hoy el verano es y estación favorita, porque tengo más día para disfrutar de mi familia, no hay fin de semana que no comamos con compañía y ahora lo gozo y disfruto.
Gracias vida, gracias cuerpo y gracias a mi, lo conseguimos.
Melodi Agustí