“Esta sensibilidad tuya es la razón por la que no tienes ganas ni de comer ni de hacer nada, esta sensibilidad tuya es la razón por la que has sufrido de anorexia, tienes que volverte un poco insensible, que no permites que las personas que te rodean te afecten tanto, tienes que dejar de ser una esponja. Tienes que creer más en ti misma y no depender tanto en la opinión de los demás sobre ti “.
Lloro muy a menudo y me hieren muy fácilmente. Desde que era una niña tuve que luchar contra la bestia que se llama sensibilidad. Mi relación con mis padres, mis hermanos, mis amigos, mis relaciones con los hombres. Cada herida tarda mucho en curarse. Simpatizo tanto con las personas cercanas mías, que a veces siento tristeza y decepción y otras veces mucha ira. A la vista de una abuelita enferma solitaria o de una persona que vive en la calle, lloro, la multitud me ahoga, el estrés casi nunca me abandona y a menudo, tengo que aislarme para calmar mi mente y mi corazón…
Recuerdo a mi madre diciéndome que la sensibilidad no es algo de lo que avergonzarse y sentirse mal. Me decía que las personas hipersensibles son, de hecho, más fuertes. Aun así, muchas veces me siento muy cansada y desearía no analizarlo todo tanto, me gustaría que no fuera tan sensible y con tantos cambios de humor…
Pero, esta sensibilidad que siempre he intentado matar, me ha ayudado …
… a tener una mejor percepción del mundo que me rodea y procesar la información que recibo a un nivel más profundo.
… a conocerme mejor y tener una percepción clara de mi mundo interior.
… a identificar las cosas positivas más fácil y esforzarse más para hacer que sucedan.
Esta sensibilidad me ha ayudado a ser la persona que soy, triste, enfadada, decepcionada pero también compasiva, creativa, alegre, y sobre todo, esta sensibilidad es la que me ha ayudado a amar la vida …
Marilena