Debido a mi trabajo esta semana me he centrado mucho en conocer los detalles del placer y de qué maneras podemos sentirlo. Dándole vueltas porqué resulta que me ha costado identificar los diferentes tipos de placer que están presentes en mi vida.
Y pensando me he dado cuenta que el permiso a disfrutar es algo que en mujeres que hemos pasado un Trastorno Alimentario y que siempre hemos estado orientadas al exterior y a los demás puede llegar a resultar más difícil. No deja de ser el no permitirnos expresar nuestros deseos, nuestros anhelos, aquello que nos llena, que nos hace disfrutar y por ende nos genera placer.
Después de pensar y leer algunas referencias interesantes he conseguido extraer los siguientes placeres:
- EL PLACER FÍSICO: aquél que nos proporciona nuestro cuerpo, el disfrute que nos puede dar practicar sexo, un masaje, una caricia, comer…
- EL PLACER PSÍQUICO: aquél en el que nos podemos trasladar con nuestra mente, con nuestra imaginación. La creatividad, el recuerdo, el humor, la comprensión e incluso aquellos sentimientos de paz, serenidad, relax.
- EL PLACER ESTÉTICO: es el que nos genera contemplar y visualizar algo que consideramos bello como podría ser un paisaje, un bebé, un vestido, una cara… Aquello que estéticamente nos atraiga.
- EL PLACER INTELECTUAL: es aquél que aparece cuando aprendemos conceptos nuevos, conocimientos que nos generan satisfacción tanto espiritual como intelectual.
- EL PLACER LÚDICO: generado de la práctica de cualquier juego o experiencia física (practicar deporte, actividades físicas en grupo…)
- EL PLACER EMOCIONAL: relacionado con el amor, la familia, la amistad, el poder llegar a sentirte parte de algo.
- EL PLACER CONTEMPLATIVO: el placer de conocer algo desconocido, viajar, visualizar arte, arquitectura, espectáculos, un paseo por la naturaleza, la lectura de un libro que nos transporta a otros sitios, a otras épocas.
Tantos placeres que durante muchos años me he perdido por obsesionarme con el cuerpo “perfecto” y que en ocasiones al prohibirme esos placeres he sustituido por un placer inmediato y saciante para mí en ese momento que era el atracón.
Y es que claro, no me permitía disfrutar porqué tenía que estar centrada en conseguir ser aquella mujer ideal y en el camino me olvidé de mis gustos, de mis intereses e inquietudes.
Os invito a que reflexionéis detenidamente qué tipos de placeres están presentes en vuestras vidas y cuáles os gustaría potenciar, cuáles tenemos silenciados, no escuchados.
Yo estoy en ello… ¿Y tú?
Noemí Conde
Cofundadora de Desnúdate Autoestima Corporal