La Navidad para una persona con un Trastorno de la Conducta Alimentaria es como el Lobo Feroz para Caperucita. El temor que tenía Caperucita cuando decían “Que viene el lobo” es el mismo temor que puedes tener cuando dicen “Que viene la Navidad”.
Porqué ya es duro cuando tienes que enfrentarte cada día a tu propia fobia: LA COMIDA. Pero aún es más duro cuando esta es abundante y sin mesura. Tradicionalmente nuestra sociedad acostumbra a celebrar y reunirse siempre con comida, y se ha asociado a un tema emocional, de celebración y disfrute. Actualmente hay vínculos muy emocionales con la comida y no sólo se asocia a la necesidad de subsistir.
Así, cuando te tienes que enfrentar a estos días temidos, la ansiedad, los nervios y el temor son muy elevados. Y estos sentimientos no son solo por el hecho de enfrentarte con la comida en sí, sino también por el hecho de tener que enfrentarte a LA FAMILIA, otro gran lobo. Cuando todos te van diciendo lo guapa y perfecta que estás al haber perdido esos kilitos de más, estás deseando que todo el mundo te vea. Diferente es cuando estas engordando por un proceso de recuperación y te tienes que enfrentar a sus comentarios y caras. Algunos “vaya, que buena cara haces”, o “¡mira como llenas ahora los pantalones eh!”, o un simplemente “¡Anda! TE HAS ENGORDADO” y ese si que es un súper lobo feroz…
La sociedad está muy vinculada a la comida pero también a la apariencia física, y todo el mundo se cree en el derecho de comentar sobre ti y sobre tu cuerpo. ¿Cómo afecta? FATAL.
A todas aquellas chicas que ahora mismo estáis pasando por esto, que aún os queda un fin de año, un año nuevo, un día de reyes… Os paso algunas recomendaciones:
- Busca alguna técnica de relajación que te pueda servir antes de ir a la reunión familiar (aquella canción que te hizo bailar como loca, aquel capítulo de aquél libro tan bonito, el vídeo de aquella chica de youtube que te da tanta fuerza, una meditación, etc.). Seguro que te has enfrentado a situaciones estresantes en la vida y las has superado, ¿cómo lo hiciste?
- Piensa que aquellas personas que hacen comentarios negativos sobre tu aspecto seguramente son muchísimo más crueles con ellos mismos. Solo se puede sentir bondad y compasión por ellas/os. Seguramente en aquellos momentos que más te criticabas a ti misma, más criticabas al resto de la gente.
- Delante de la mesa: respira hondo, atiende a tu respiración, concéntrate en ti y en aquellas personas que te hagan sentir cómoda. Intenta sentarte cerca de un círculo lo más protegido posible.
- No te sientas culpable. Tu alimentación no depende de un solo día. Disfruta de tu compañía y valora los pequeños instantes y momentos que estás viviendo.
Me despido de vosotras con un vídeo muy inspirador de ZINTETA & Yaiza De Lamo que describe muchos de esos sentimientos ¿de verdad queréis ser esclavas de ésa violencia?
Noemí Conde – www.noemiconde.com