Arte en “Abya Yala” para despatriarcalizar y sanar

Arde vagina seca

clítoris vencido

saliva espumosa

gemidos calculados por minuto

lubricando las culpas

raspa el cuerpo ausente

arde clítoris hinchado

pedacito de nadie

arde, lástima,

esta soledad tan seca.

(Rosa Chávez)

 

El pasado julio varias mujeres latinoamericanas reflexionaron en Barcelona  -a través de diversas actividades de arte y comunicación-  sobre como combatir las violencias patriarcales y las técnicas de sanación en la comunidad y en sus cuerpos. Participaron en el ciclo “Comunic-arte frente las violencias patriarcales” organizado por la asociación Suds, y tomo las palabras de dos guatemaltecas y una boliviana para este artículo.

Eran feministas de Abya Yala, el nombre que, históricamente, el pueblo kuna daba al territorio americano.

Todas las reflexiones y experiencias culturales tenían como denominador común el “feminismo decolonial“, término inventado por la filósofa argentina María Lugones que plantea una visión crítica de los feminismos hegemónicos, ya que estos acaban teniendo un efecto de colonización cultural los feminismos no occidentales, como en el caso de los movimientos mujeres de Abya Yala.

La activista dominicana Ochy Curiel escribe refiriéndose a los procesos de colonización cultural recientes (en una publicación de ACSUR-Las Segovias, descargable desde la web de Suds): “Todo este proceso condujo a la institucionalización de los movimientos sociales a través del surgimiento de las ONG, la irrupción de la cooperación internacional del Norte y la burocratización. Un grupo de feministas latinoamericanas y del Caribe comenzaron a evidenciar esta situación, que provocaba la pérdida de horizontes políticos más radicales y transformadores. Así pues, se fue construyendo lo que se llamó autonomía feminista latinoamericana.

 

MARIA GALINDO, ARTE Y DESPATRIARCALIZACIÓN

Una de las participaciones más contundentes a estas jornadas fue la boliviana María Galindo de Mujeres Creando, un movimiento feminista que trabaja con las artes de la performance o el graffiti o con publicaciones, y que ellas mismas dicen que “Somos indias, putas y lesbianas juntas, mezcladas y hermanadas “. Galindo arremetió sin piedad, y no sin razón, contra todo el sistema de cooperación internacional.

“La categoría de género ha sufrido un proceso de banalización y simplificación extrema provocado de manera directa y deliberada por la dinámica de las ONG y la cooperación internacional (···) La banalización de la categoría de género y el surgimiento de” la experta en género “van de la mano. Estamos ante una generación de expertas que no vinculan la categoría de género con la matriz ideológica del feminismo ni tampoco con el análisis de relaciones de poder patriarcales. “

Galindo cree que hay un replanteamiento del feminismo desde la despatriarcalització. “Nos planteamos la redefinición del feminismo como este conjunto de luchas colectivas e individuales protagonizadas por las mujeres contra toda clase mandamientos patriarcales, a escala planetaria, de forma simultánea, en diferentes épocas y contextos sociales y culturales. (···) Al mismo tiempo, hace falta combinar esta definición con lo que llamamos el feminismo intuitivo, que es la desobediencia personal de cada mujer frente a la disciplina patriarcal, sea cual sea la cultura, edad, clase social o lugar al que pertenezca. Una desobediencia personal no a partir del acceso a un cuerpo ideológico, sino a partir de sí misma y de sus decisiones existenciales instaladas en su día a día.

 

FEMINISMOS INDÍGENAS Y EL CUERPO-TERRITORIO

La activista guatemalteca Lorena Cabnal hace un análisis complejo de su sustrato cultural indígena y las relaciones del patriarcado histórico con el colonial, planteando las bases del feminismo indígena. Nos resume estos conceptos que fundamentan el edificio de unos feminismos propios dentro de las culturas de los pueblos indígenas. “Hay un patriarcado originario ancestral, que es un sistema milenario estructural de opresión contra las mujeres originarias o indígenas. Este sistema establece su base de opresión desde su filosofía que norma la heterorealitat cosmogónica como mandato, tanto para la vida de las mujeres y hombres y de estos en su relación con el cosmos. (···) La penetración colonial, nos plantea la penetración como la acción de introducir un elemento en otro y el colonial, como la invasión y posterior dominación de un territorio ajeno comenzando por el territorio del cuerpo. (···) Con esto afirmamos que el patriarcado originario ancestral se refuncionaliza con toda la penetración del patriarcado occidental (···) Con esto afirmo también que existieron condiciones previas en nuestras culturas originarias para que este patriarcado occidental fortaleciera y cargara.”

Unas semanas antes de las jornadas de Suds, se realizó el taller “mapear el cuerpos-territorios” (coordinado por Cooperacció y que proponía el Colectivo Miradas Críticas del Territorio desde el Feminismo y donde participaba Suds). Este mapeo es una técnica sanadora y política donde, por medio de talleres comunitarios, las mujeres identifican partes de su cuerpo con el territorio que habitan, buscando además las propias debilidades en que generan los sistemas de expropiación masiva de terrenos por parte de las empresas extractivas.

Cabnal plantea el origen de esta técnica de exploración que engloba lo personal con las luchas políticas, y alude a algunas de las frases de los feminismos occidentales de la segunda ola: “Este planteamiento lo asumimos en principio como consigna política, para luego darle vida a través de contenidos que llevan a tejerse como una propuesta feminista comunitaria desde las mujeres xinkas. Implica la recuperación consciente de nuestro primer territorio cuerpo, como un acto político emancipador y en coherencia feminista con “lo personal es político “,” lo que no se nombra no existe “.

“En la última década se ha incrementado la defensa de la tierra y el territorio, como una consigna política de los movimientos indígenas continentales del Abya Yala, y luchas importantes se han generado allí donde las comunidades se han levantado para defender lo que históricamente les pertenece. Sin embargo, una contradicción a lo interno de los movimientos de defensa territorial es el hecho de que las mujeres que conviven en el territorio tierra viven en condiciones de violencia sexual, económica, psicológica, simbólica, y violencia cultural, porque sus cuerpos aún siguen expropiados. de esta cuenta que las mujeres xinkas, hemos iniciado un proceso histórico de defensa de nuestro territorio cuerpo”

 

ROSA CHÁVEZ Y MALCOLM, ARTE Y SANACIÓN COMUNITARIA

Desde la poesía y desde el teatro comunitario, las guatemaltecas Rosa Chavez y Malcom nos mostraron experiencias artísticas dentro de los feminismos comunitarios de las mujeres indígenas, y con una aproximación del cuerpo-territorio.

De la poesía de Rosa Chavez dice la crítica literaria Anabella Acevedo: “lleva a cabo a través de la palabra una constante exploración personal que igual toca la temática de la identidad cultural como la de los espacios más íntimos de su ser mujer, a veces con una ve tan desgarrada y explícita que sacude hasta el lector más experimentado. ”

Ros Chávez nos dice que “Soy poeta y mi actividad artística la llevo desde el activismo, desde el arte para la transformación social. Para mí la poesía tiene que ver con la recuperación de la palabra y comparto los procesos artísticos con grupos que trabajan para la recuperación de la voz personal, pero también de la colectiva, que es parte muy importante para las mujeres. Cuando hablo de colectivo me refiero al poder de los pueblos; las mujeres, los grupos organizados … Desde la cosmología maya hablamos desde lo personal, pero también desde la colectividad, entendiendo el colectivo como vinculado con el comunitario. “

“La poesía es mi columna vertebral como ejercicio, pero también una manera de colectivizar la experiencia con acciones performativas, en el espacio público y comunitario. Y también he encontrado otras expresiones como el teatro y el vídeo. No considero que haga poesía maya o poesía feminista. Soy maya y feminista y como tal escribo, es feminista o maya porque yo lo soy. Es muy tramposo nombrar y encasillarse. Es mi vida, todas mis creaciones pasan por mi cuerpo y me toca hablar sobre mis vivencias y mis luchas y las luchas colectivas de las que soy parte. “

Por otra parte, Malcom (nombre chuj de María Domingo Paiz), es también maya y dinamizadora de grupos de teatro de sanación frente a las violencias sexuales. “Formo parte del colectivo actoras del cambio, una asociación feminista que nos dedicamos a acompañar procesos de sanación de mujeres supervivientes de violación sexual durante la guerra y en la actualidad. En nuestros talleres realizamos ejercicios de recuperación del cuerpo de la vida y del amor a nosotros mismos. De aquí tratamos de reconocer qué pasó en la historia de las mujeres, en Guatemala como colectivo, pero también en la historia individual de cada una.

“Estas historias atraviesan la vida todas las mujeres, y aunque sean diferentes, hay muchas que se parecen. Buscamos como mujeres sentir que no nos da vergüenza nuestro cuerpo, que no necesitamos castigar nuestro cuerpo, que la violación no es nuestra culpa, sino que es responsabilidad del agresor. Hacemos acciones públicas donde se publica el nombre del violador para que sientan vergüenza y la atención caiga sobre él. Él es el violador. Él es quien debe ser juzgado y visto por la sociedad. En Guatemala los medios de información centran la información de una violación encima. Nosotros pretendemos revertir la vergüenza.”

“Muchas mujeres, después experiencias tan traumáticas decían” me siento muerta en vida “. A medida que los procesos de sanación avanzaban muchas mujeres decían “ahora me siento libre”. Hay una que decía “Yo soy Catarina Grande, ahora puedo volar como un pájaro.” Con esta idea estamos en nuestros procesos de creación de obras de teatro. Nos permite hilar nuestras vivencias, y como las hemos curado pasando del dolor a la alegría. Hacer conciencia social, y decir que la violencia sí ocurrió, y poder recuperar la confianza en nosotros mismos.”

 

Nos quitan la cabeza y el corazón sigue latiendo

nos arrancan el pellejo y el corazón sigue latiendo

nos parten a la mitad y el corazón sigue latiendo

beben nuestra sangre y el corazón sigue latiendo

estamos criados para latir sin descanso.

(Rosa Chávez)

 

Sagar Malé, septiembre 2018

Article Art Abya Yala Directa

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